Anabelle 2: Sin sobresaltos

Cuando vemos una película firmamos un contrato tácito de credibilidad válido durante el tiempo en que dura. Si la cinta es de terror tenemos que asumir de un modo más definitivo las cláusulas de ese contrato porque este cine echa mano de mucha más fantasía e irrealidad que otros géneros por obvias razones.

Las películas de miedo representan un sinfín de situaciones que forman parte del imaginario colectivo de muchos, de esas historias que a todos nos han contado, creamos en ellas o no.

En los últimos años, hemos visto que se ha vuelto un poco difícil seguir haciendo este género con altos estándares de calidad, pues o nos hemos vuelto menos crédulos o la imaginación de los directores y guionistas cada día es mas escasa. En muchas cintas no hay innovación ni creatividad, las situaciones y motivos parecen repetirse incansablemente.

“Anabelle 2”, a pesar de ser un filme entretenido, podría contarse dentro de ese lote de películas que no representan una propuesta innovadora, por el contrario, utiliza un conjunto de motivos, herramientas, escenas, personajes y demás elementos conocidos para contar una historia que termina siendo monótona, predecible y poco original.

Al ser una precuela se supone que pretende explicar el origen del mal encarnado en la muñeca que hace de las suyas en la cinta anterior, y aunque esto de por sí debería representar novedad, no sucede de ese modo. La película tiene grandes fallas, sobre todo relacionadas con su historia carente de motivaciones y de elementos que realmente ayuden a que “el susto” que se espera generen las películas de terror llegue a materializarse.

Si hay algo importante en el cine –de terror y de cualquier otro género- son las motivaciones de los personajes, qué los lleva a hacer lo que hacen, eso les da un sentido y por ende logran mostrarse ante el público de un modo verosímil.

Freddy Krueger tiene una razón para matar y aparecer en las pesadillas de los personajes que viven en la calle del infierno, Leatherface también tiene un pasado y una historia en “Masacre en Texas”. En las cintas de terror deben existir motivaciones,  por más descabelladas que parezcan, ya que contribuyen a hacernos creer las historias que nos cuentan. Esas motivaciones de los personajes permiten que el efecto “del miedo” llegue a materializarse.

En “Anabelle 2” dirigida por David F. Sandberg las “motivaciones” de la muñeca o del espíritu que la posee no quedan muy claras. Hay un relato si, pero lleno de baches e incongruencias.

Más allá de los efectos visuales y de sonido, “Anabelle 2” se asemeja a esas cintas de bajo presupuesto de los años ochenta, donde lo que realmente da miedo es el despropósito de contar una historia sin pies ni cabeza.

Esta muñeca aparece en la película “El conjuro”, ya que es uno de los sucesos investigados por los parapsicólogos Ed y Lorraine Warren protagonistas de esa cinta.

Buenas actuaciones de todo el elenco.

Calificación: Deficiente.

@luisauguetol

Luisa Ugueto

Lic. en Letras. Crítico de Cine.
"La curiosidad es insubordinación en su más pura forma" V. Nabokov