Entre gemir o el silencio

Codificar los sonidos en un encuentro íntimo es muy particular. Cada uno tiene su manera de expresar lo que pueda estar sintiendo. Ese susurro al oído se puede convertir en un pedir más, es de suma importancia y es primordial conversarlo con la pareja. No se quede calladito si para usted es importante escuchar gemir, suspiros, gritos e incluso hablar en términos subidos de tono hágalo, el silencio a veces puede terminar con la pasión.

Hay mujeres y hombres que justamente para poder llegar al orgasmo debe escuchar a su pareja en ese estallido de placer, y como resultado el tan esperado orgasmo. Gemir puede ser el primer paso para ser capaces de hablar en la cama y decirle a la pareja lo que necesitamos, lo que sentimos o cómo queremos ser acariciados y estimulados. Un pequeño gemido de placer cuando acierte le guiará sin necesidad de palabras; un largo gemido cuando llegues al clímax le hará sentirse el mejor amante del mundo. También puedes utilizar gemidos de desacuerdo cuando algo no le estés gustando.

Efectivamente, la sensibilidad del oído humano hace que los sonidos de la pareja se conviertan en un poderoso afrodisíaco, se puedes utilizar y dosificar. Aunque también puede ocurrir lo contrario: que no le gusten los sonidos que hace en la cama. Recuerde, que no hay fórmula mágica para aplicar en la intimidad. Cada uno va creando su repertorio erótico, quizás algunas chicas siente un poco de pudor dejarse llevar por las caricias y lo placentero que puede convertirse el momento. Pero, en consulta hemos visto mujeres que refieren no lograr llegar al orgasmo porque justamente le falta escuchar esas palabras de su pareja al oído que las llevaría a lo sublime del orgasmo.

Cuidado con exagerarlos. A veces se piensa que lo que se ve en las películas es la manera de aprender. Pues NO, tenga presente que los gemidos, susurros e inclusos gritos deben ir acordes con las estimulaciones recibidas.

Para los hombres es más espontaneo pedir, hablar e incluso en tono bien hot. El hombre se desenvuelve más, es espontáneo e incluso se permite más libertad sexual que las mujeres. En los juegos pre coitales los gemidos tiene un rol fundamental puede ser el termómetro del encuentro. A subir la temperatura. ¡A gemir se ha dicho! Excita muchísimo.

Orientadora en Sexología

Rina Morales

Consulta - Asesoría área de sexología y derechos sexuales y reproductivos. Invitada como especialista en área de sexología y derechos sexuales y reproductivos en diversos medios de comunicación social en Venezuela