El agresor del bullying (+infografía)

Es común que en los casos de acoso escolar, el alumnado esté enterado pero los padres y maestros no. Y más frecuente aún es que los padres del niño o joven acosador no reconozcan o acepten que su hijo está involucrado en hacerle daño a otro compañero. Algunos hasta consideran que los conflictos “infantiles” son cosa de niños y que es correcto que los resuelvan entre ellos mismos, sin intervención adulta. Sin embargo esta negación pone de manifiesto precisamente la común falta de interés en la intervención e integración con el entorno de su hijo.  Comenté la semana pasada, que el agresor suele ser un niño que percibe y/o recibe violencia en el hogar, ya sea física o psicológica, con medidas disciplinarias que utilizan la sumisión y represión como métodos, por lo tanto es esperado que su conducta sea la de imitar con esas acciones su desarrollo social. El agresor no considera que hace mal, de hecho se siente poderoso, seguro y animado a someter a los demás bajo estas conductas.

Normalmente, el agresor tiene un comportamiento provocador y de intimidación constante. Posee un modelo agresivo en la resolución de conflictos. Según expertos psicólogos, un niño puede ser autor de bullying cuando solo espera y quiere que hagan siempre su voluntad, le gusta probar la sensación de poder, cuando no se siente bien o no disfruta con otros niños.

El bullying escolar se lleva a cabo cuando el agresor sufre algún tipo de abuso en casa o en la escuela, cuando es frecuentemente humillado por los adultos, o cuando vive bajo constante presión para que tenga éxito en sus actividades. Las agresiones contra su víctima se manifiestan de diversas formas: los golpean, molestan, les nombran de una forma despectiva, generan rumores y burlas, los aíslan del grupo, etc.

Se pueden señalar una serie de características  que suelen estar presentes en los agresores escolares y que son signos de alarma en el aula de clase y el hogar:

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Aunque el acosador escolar no tiene por qué padecer ningún trastorno de personalidad o enfermedad mental  grave, presenta normalmente algún tipo de psicopatología. Es fundamental enfrentar con buenas herramientas y apoyo psicológico al niño agresor para determinar las directrices a tomar en cuanto a su conducta de manera precoz y rescatar tempranamente, no sólo al agredido sino al acosador, quien también constituye una víctima del problema.

Dra. Morella Martínez de Herrera
Pediatra Puericultora – Consejera de Lactancia Materna
@pediatraymama / @pediatraymamaig

Morella Martínez

Dra. Olga Morella Martínez de Herrera. Médico Cirujano de la Universidad Central de Venezuela. Postgrado de . Pediatría y Puericultura del Hospital Universitario de Caracas, UCV. Miembro activo de la Sociedad Venezolana de Pediatría y Puericultura. Promotora y Consejera de Lactancia Materna (CELACMA y Facultad de Medicina UCV).

Madre de dos maestros de vida.