Un libro en Navidad

¿Y si regalamos un libro? Sí compañeros, un libro que les cuente las fantasías que ellos están programados para hacer realidad. Un libro lleno de aventuras, mundos fantásticos y personajes dignos de admirar. ¿Y si les regalamos poesía? Versos que hagan volar su imaginación y multiplicar las ideas. Rimas que conviertan la riqueza de nuestro lenguaje en algo habitual para ellos.

Durante 5 años, los que tiene Miguel, su madre y yo nos esmeramos con el regalo de navidad para el chamo: un caballito con ruedas, una radio con música de discos variados, una pista de coloridos carritos con sus señales de tránsito y una bicicleta. A ello se le suman montones de juguetes que cada navidad, cumpleaños, vacaciones o día del niño, se vienen acumulando en su caja de juegos para perderse de algún modo en la indiferencia de la cotidianidad del peque.

Lo único que luce en continua movilidad es su pequeña biblioteca. No sé si por estímulo durante el embarazo, por el consumo de ácido fólico (al que le adjudican maravillas de todo tipo) u otra razón, pero Miguel lee desde los dos años y cada vez que viene una feria del libro pide renovación de cuentos. Tiene como rutina pedir que le lean, que le cuenten o leer él mismo una historia antes de dormir, hasta el punto de que ya comienza a narrarlas él mismo.

¿Y si regalamos un libro de historietas? De ésas que traen los muñequitos que ven en la tv y que seguro tienen en su caja de juguetes, pero que les puedan dejar algo más allá de la pantalla, la publicidad y el marketing. ¿Y si les contamos la historia de nuestros héroes reales? Esos que cruzaron fronteras para liberar países, que derrocaron imperios y realizaron hazañas más allá de lo impensable.

Muchos creen que sus hijos se desilusionarán si su “Niño Jesús” les trae un libro en vez de una “Tablet”, un “X-Box” o un carro a control remoto. Y tal vez sea cierto, porque todos los patrones de consumo que tienen nuestros hijos, se los hemos reforzado nosotros los padres. Pero nunca es tarde para hacerles descubrir el valor que tiene el libro, y las historias que se encuentran en ellos, como uno de los mejores regalos que se pueden recibir. Un chamo lector nunca dirá que un libro es aburrido, porque regularmente ese niño crece en un hogar de lectores.

No nos caigamos a coba: los precios de los juguetes que la tv les vende a las mentecitas de nuestros hijos, son impagables o sencillamente no se consiguen en el país. Mientras tanto, la Feria del Libro 2017 está en Caracas hasta el 19 de noviembre, y seguirá recorriendo el territorio nacional en los días sucesivos. Pero también hay buenas opciones en librerías, ferias ambulantes y en compras por internet. No te arrepentirás de regalar libros a tus hijos, también tus bolsillos te lo agradecerán.

¿Qué libro regalar a un niño?

Lo único que tienes que saber para reglarle un libro a un niño, es su edad. Hay libros especializados para niños de cada edad y con todos se les puede incentivar a la lectura. El truco es ver la cantidad de dibujos y colores que tienen los libros. Mientras más dibujos tengan y menos palabras, será para niños más pequeños. En la medida que los textos aumentan los libros serán para niños un poco más grandes.

Es preciso recordar que el amor por los libros, como todos los valores que los chamos aprenden para la vida, se adquieren en la casa y con el ejemplo. Los hábitos positivos nos traerán importantes mejoras en nuestras relaciones personales y sobre todo en la capacidad de relacionamiento de los miembros de una familia. Es una forma de decir que los libros también nos enseñan a vivir mejor.