La agricultura de la Agenda Económica Bolivariana

La Agenda Económica Bolivariana ha sido ampliamente debatida en los sectores productivos. El Gobierno Revolucionario ha escuchado con amplitud y espíritu de diálogo a todos y todas, iniciando acciones para concretar proyectos que impulsen la economía socialista en el marco de nuestra constitución, del Plan de la Patria y con participación protagónica del pueblo.

Uno de los emprendimientos de mayor importancia es el Motor Agroalimentario, no solo tiene la responsabilidad del tema del abastecimiento sino que va más allá; es quien debe garantizar la dinamización completa de la economía nacional. En efecto es señalado como el primero de los 15 motores encendidos en esta etapa y con el cual todos los sectores de la economía tienen interdependencia para sus desarrollos.

La agricultura evolucionará a medida que se desarrollen los otros motores y viceversa, en una relación dialéctica y multidireccional que debe ser abordada en conjunto. Esta fue la visión del Comandante Chávez cuando creó la Gran Misión AgroVenezuela, hoy subsumida en Abastecimiento Soberano, dirigida por un Órgano Superior donde interactúan los responsables de las políticas públicas asociadas a cada sector.

El principal motor asociado es el industrial. Sin unas industrias básicas y ligeras fortalecidas, capaces de suministrar materias primas y transformarlas adecuadamente en maquinarias e implementos, tanto para la producción primaria como agroindustrial, sería imposible crecer en la producción de alimentos. El desarrollo industrial debe pensarse desde esta perspectiva, es imperativo acoplar ambos motores en el marco de la Agenda Económica Bolivariana.

De manera similar el Motor Petroquímico, con la tarea de suplir materias primas plásticas para el desarrollo de una agricultura moderna, así como de los fertilizantes necesarios para alcanzar rendimientos adecuados y garantizar el crecimiento vertical. Por otro lado, el Motor de la Construcción debe tributar a una nueva y creciente infraestructura rural para el soporte del crecimiento y expansión de la producción agropecuaria.

Las transformaciones que deben realizarse en el Motor de Banca, Seguro y Mercado de Valores son fundamentales para el crecimiento agroindustrial. La Guerra Económica nos crea nuevos desafíos: el fortalecimiento de una banca agropecuaria robusta, así como un sistema de seguros y reaseguros como columna fundamental para la dinamización del sector agropecuario.

Por último, pero no menos importante, los otros motores como el Farmacéutico, Telecomunicaciones e Informática pueden desarrollarse a partir de los emprendimientos agrícolas y viceversa.

Relanzar nuestra agricultura es necesario y requiere de políticas articuladas. Se propone en consecuencia asumirla como el gran dinamizador de todos los motores de la economía, bajo la rectoría de la Vicepresidencia Económica, con las orientaciones del comandante Chávez y la conducción tenaz del Presidente Nicolás Maduro. Debe ser la tarea revolucionaria de los próximos años.

DesdeLaPlaza.com/Yván Gil