Pueblo de acero

Uno de los libros que a menudo suelo recomendar para elevar los niveles de conciencia, es la novela “Así se templó el acero” del escritor soviético NikoláiOstrovski, quien lejos de ser doblegado por su inmovilidad y su ceguera, en 1930 emprendió la tarea de plasmar la realidad de sus vivencias y abordar la primera etapa de la Revolución Bolchevique.

Comparto con ustedes, un fragmento extraordinario de “Así se templó el acero”

«Lo más preciado que posee el hombre es la vida. Se la otorga una sola vez, y hay que vivirla de forma que no se sienta un dolor torturante por los años pasados en vano, para que no queme la vergüenza por el ayer vil y mezquino, y para que al morir se pueda exclamar ¡Toda la vida y todas las fuerzas han sido entregadas a lo más hermoso del mundo, a la lucha por la liberación de la humanidad! Y hay que apresurarse a vivir. Pues una enfermedad estúpida o cualquier casualidad trágica puede cortar el hilo de la existencia».

Quise empezar con esa referencia literaria, porque sin duda el año 2016 ha sido para el pueblo venezolano, un año complejo, como consecuencia de la agudización de la guerra económica. Un año queha exigido, a quienes amamos la Patria, entregar lo mejor de nosotros y nosotras para defender y profundizar la Revolución Bolivariana. Y al mismo tiempo ha dejado en evidencia las miserias de quienes sólo procuran su lucro y beneficio, a costa incluso del sufrimiento de las mayorías.

Sin duda la gran lección que nos deja este año es que así como el acero se templa al fuego, el pueblo venezolano ha venido forjándose al calor de las luchas.

La derecha inició 2016 con un discurso de confrontación, embriagados por la victoria en las Elecciones Parlamentarias. Colocándose al margen de la Constitución y las leyes, pretendieron hacer de la Asamblea Nacional un supra poder que reeditaría el tristemente celebre Decreto del 11 de abril de 2002, y como en aquella ocasión, la conciencia y movilización popular, logró derrotarlos. Hoy la derecha se encuentra encerrada en su laberinto de ambiciones, desconectada de la realidad de las mayorías. Con sus errores y fricciones internas, dilapidaron el capital político que habían acumulado.

La Revolución Bolivariana vino de menos a más. Volviendo al origen, el Pueblo en Rebelión tuvo en el Congreso de la Patria el espacio necesario para el renacimiento de la fuerza constituyente revolucionaria. Aunque debemos ser profundamente autocríticos y aceptar que aún nos falta mucho por hacer. Como planteaba en 1934, Mao TseTung, en su discurso: “Preocupemonos por las condiciones de vida de las masas, prestemos atencióna los métodos de trabajo”

“Nuestra tarea central en estos momentos es movilizar a las grandes masas a participar en la guerra revolucionaria (…) extender la revolución a todo el país. No es buen cuadro revolucionario el que no dé la debida importancia a esta tarea central. Si nuestros camaradas comprenden realmente esta tarea, si comprenden la necesidad de extender, cueste lo que cueste, la revolución a todo el país, de ninguna manera deberán descuidar ni menospreciar el problema de los intereses vitales de las grandes masas y de sus condiciones de vida. Pues la guerra revolucionaria es la guerra de las masas, y sólo puede realizarse movilizándolas y apoyándose en ellas”.

Debemos reconocer el esfuerzo incansable del Presidente Nicolás Maduro y el liderazgo colectivo del Alto Mando Político Militar de la Revolución, quienes han demostrado en la conducción del proceso revolucionario, su lealtad al pueblo y al proyecto histórico Bolivariano iniciado por el Comandante Hugo Chávez.

Frente a nosotros está el año 2017, un año que debe ser el inicio de una nueva etapa de la Revolución Bolivariana, en lo económico, político, social y cultural.

Desde mi Militancia Ecosocialista, quisiera advertir, para ir tomando conciencia y medidas, que los estudios meteorológicos proyectan que 2017 será un año de una fuerte sequía para nuestro país. Y más allá de esa coyuntura, es propicia la oportunidad para crear y consolidar una nueva cultura del agua y establecer nuevos patrones de autogeneración y consumo eléctrico, que sobrepasen del esfuerzo publicitario espasmódico que hemos venido haciendo. Ya que sin duda, el tema climático será uno de los grandes retos que afrontaremos el próximo año.

Hoy reafirmamos nuestro compromiso con el pueblo, con el futuro, con el proyecto de la Revolución Bolivariana, con el Comandante Hugo Chávez, de tener  “Patria para siempre” y con el Comandante Fidel Castro decimos “Hasta la victoria siempre”.

Despido este 2016, agradeciendo a Dios Todopoderoso, por sus bendiciones y sus lecciones. Deseándole al pueblo venezolano una feliz navidad y venturoso 2017.

DesdeLaPlaza.com/Heryck Rangel