La hipocresía del capitalismo y de sus lacayos

Que si en Venezuela se está pasando hambre, que si la gente tiene que comer perros y palomas para poder subsistir, que si estamos al borde de un nuevo Caracazo. Todas estas matrices de opinión son la punta de lanza para mal poner al país y al gobierno revolucionario en el exterior.

Y no es solo hablar mal por hablar mal, es tratar de justificar cualquier agresión militar del gobierno de Estados Unidos a la patria de Bolívar.

En las últimas semanas se han hecho viral en internet las imágenes publicadas en Facebook por el empresario vasco, Agustín Otxotorena, quien desmonta y desnuda la verdad sobre la guerra económica en Venezuela.

Una realidad que muchos quieren ocultar y otros despreciar, pero que está a la vista de todos quienes habitamos este país: el bachaqueo, el acaparamiento y la desviación de alimentos, y, en el peor de los casos, el dejar podrir la comida, como el caso de la empresa Ovomar que echó a la basura tres millones de huevos.

En fin, la intención de los capitalistas venezolanos de hoy, viudas de la Cuarta República, es decirle a quienes están en el exterior y convencer a los venezolanos, de que en la quinta se pasa más hambre de que la que se pasó en la cuarta.

Agua de pasta

En la década de los 90 era común escuchar testimonios de madres que daban a sus hijos pequeños tetero de agua de pasta, para poder alimentarlos. Y no, no era una de esas dietas raras que se ponen de moda de tanto en tanto, eran mujeres pobres que no tenían como adquirir leche para nutrir a sus descendientes y debían recurrir a el agua con el que hervían la pasta para llenar el estómago de los lactantes.

En 1990, un año después del caracazo, la tasa de desnutrición en niños menores de 5 años, era de 7.66%, mientras que en 2011, año del último censo nacional, era de apenas 2.90%.

También se supo de familias que en esos años comían Perrarina –comida para perros-, pues era mucho más económico adquirir un kilo de este producto que hacer un mercado completo para toda la familia.

Hay quienes señalan que durante la Cuarta República los anaqueles de los supermercados y bodegas estaban repletos de comida, es cierto, pero lo que no dicen es que la inmensa mayoría de la población no tenía acceso a ninguno de esos productos. Los afortunados, la minoría, podían comprar sólo unos pocos.

Fue por esta causa que en el año 2003, el presidente Hugo Chávez creó Mercados de Alimentos (Mercal), para satisfacer las necesidades de esa población que no tenía acceso a alimentos. La mercancía vendida en esos establecimientos llegaba tener significar un ahorro de hasta 45%.

En muchas oportunidades el propio Chávez llamó a la población a alimentarse de forma sana y con consciencia, pues de elevados índices de desnutrición se pasó a elevados índices de sobrepeso que colocaron al país en el puesto 10 de obesidad a nivel mundial en el año 2014.

Si bien es cierto que en la actualidad hay problemas para adquirir ciertos productos, también es cierto que el gobierno nacional ha hecho esfuerzos por garantizar que la población tenga acceso a esos alimentos que los capitalistas y sus lacayos nos niegan.