Cuentos para Pola: Alfonsina

Hubo una vez una niña llamada Alfonsina. Su apellido era Storni.
Un día invitó a su amiga Marcela a su casa. Cuando Alfonsina estaba en el baño, Marcela entró a su cuartico, donde había un diario, que decía Alfonsina. Lo leyó. Lo metió en su mochila y se lo llevó.

Al día siguiente, cuando Alfonsina fue a la escuela, todos la miraban. Marcela estaba leyendo sus poemas delante de todos sus amigos. Alfonsina se dio la media vuelta y escapó por el patio hasta llegar a la puerta del colegio. Allí, se detuvo.
Entonces se dio cuenta de que Marcela la admiraba.
Marcela de que Alfonsina sería la más grande poeta de Argentina.
Alfonsina nunca dejó de ser tímida, nunca dejó de escribir, nunca dejó de sentirse fea.

Mercedes Sosa le cantó una canción (*), que dice así:
Te vas Alfonsina con tu soledad
¿Qué poemas nuevos fuiste a buscar?
Una voz antigua de viento y de sal
Te requiebra el alma y la está llevando…

Escuche el cuento, en la propia voz de Pola cuando tenía tres años:

(*) La canción Alfonsina y el mar es una zamba compuesta por el pianista argentino Ariel Ramírez y escrita por Félix Luna, hecha pública por vez primera en el disco Mujeres argentinas, de Mercedes Sosa, en 1969.

Estas microhistorias son ficcionadas con fines pedagógicos, para la reconstrucción de nuestras historias, las historias de nuestros huesos.