¿Por qué se celebra el Día Mundial de la Alimentación?

Todos los 16 de octubre desde el año 1979, celebramos el día mundial de la alimentación, con el objeto de concienciar a los pueblos del mundo sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza.

Proclamado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) justo el mismo día que coincide con su fundación en el año de 1945.

Desde 1981 cada año se adopta un nuevo lema para destacar las áreas necesitadas de mayores reformas y poner el acento en asuntos específicos. Con el tema “Cultivar, nutrir, preservar. Juntos. Nuestras acciones son nuestro futuro” esta fecha hace un llamado a la solidaridad internacional para ayudar a todas las poblaciones, y especialmente a las más vulnerables, a que se recuperen de la pandemia, y a hacer que los sistemas alimentarios sean más resilientes y robustos para que puedan resistir el aumento de la volatilidad y de los choques climáticos. También para ofrecer dietas saludables, asequibles y sostenibles para todos, y medios de vida dignos para los trabajadores del sistema alimentario.

De hecho, este Día Mundial de la Alimentación busca que el público agradezca a los #HéroesDeLaAlimentación que producen, plantan, cosechan, pescan o transportan nuestros alimentos y que, independientemente de las circunstancias, continúan suministrando alimentos dentro y fuera de sus comunidades, ayudando a cultivar, nutrir y preservar nuestro planeta.

El problema de la alimentación en el mundo

Por tercer año consecutivo el problema del hambre en el mundo ha aumentado alarmantemente afectando a 821 millones de personas, una de cada nueve, también han crecido otras formas de malnutrición.

En 2017, unos 150 millones de niños menores de cinco años (22%) sufrieron retraso del crecimiento, una de cada tres mujeres en edad reproductiva padecía anemia, y cerca de 2000 millones de personas tenían sobrepeso, incluidos 38 millones de niños menores de cinco años con sobrepeso y 672 millones de adultos obesos.

Si bien el hambre se limita sobre todo a áreas devastadas por conflictos, sequías y pobreza extrema, la obesidad está aumentando en el mundo, además, tiene un enorme coste socioeconómico: es un factor de riesgo para enfermedades como derrames cerebrales, dolencias cardíacas, diabetes y algunos tipos de cáncer, y su impacto económico global es de aproximadamente 2 billones de dólares anuales (un 2,8 por ciento del PIB mundial).

La obesidad y la anemia están aumentando a medida que los actuales sistemas alimentarios globales han hecho más disponibles y accesibles los alimentos procesados e industrializados, con alto contenido de grasas, azúcar, sal y aditivos químicos.

Esta afecta ahora al 13,3% de la población mundial adulta y está en vías de superar al número de personas subalimentadas en el mundo. Ocho de los 20 países con las tasas de obesidad en adultos, que aumentan de forma más rápida, se encuentran en África.

DesdeLaPlaza.com/Agencias/RS