Santa Mónica, patrona de las mujeres casadas y modelo de las madres cristianas

Hoy se celebra el día de Santa Mónica, patrona de las mujeres casadas y modelo de las madres cristianas.

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Mónica nació en Tagaste, actualmente Argelia, en el año 331. Aunque sus padres eran ateos, su criada era cristiana y es por esta razón que Mónica conocer el cristianismo.  Siendo muy joven, tuvo un arreglo matrimonial con Patricus (Patricio), un hombre violento y además mujeriego.

Mónica iba a la iglesia cada día y soportando con paciencia los engaños y las cóleras de su esposo. Al poco tiempo se fue ganado el afecto de su suegra e incluso poco a poco fue incluyendo a Patricio en el cristianismo y esta manera logró que el carácter violento de su marido cesara.

Mónica tuve tres hijos, uno de ello fue San Agustín, quien le dio muchas alegrías por sus logros en sus estudios, pero aun así también tenías preocupaciones por como llevaba su vida. Ella envió a su hijo al obispo para que recapacitara sobre cada uno de sus actos, pero el obispo aconsejo a Mónica para que siguiera pidiendo por su hijo, diciéndole «no se perderá el hijo de tantas lágrimas».

A la edad de 28 años, Agustín, se acogió en la gracia de Dios, convirtiéndose en cristiano y es ahí cuando recibe el sacramento del bautismo.

Para el año 2013, el Papa Francisco, dijo “¡Cuántas lágrimas derramó esa santa mujer por la conversión del hijo! ¡Y cuántas mamás también hoy derraman lágrimas para que los propios hijos regresen a Cristo! ¡No perdáis la esperanza en la gracia de Dios!”.

Algunas mujeres, le preguntaba el por qué su marido nunca la golpeada, a tal pregunta les contesto: «Es que, cuando mi esposo está de mal genio, yo me esfuerzo por estar de buen genio. Cuando él grita, yo me callo. Y como para pelear se necesitan dos y yo no acepto la pelea, pues…. no peleamos».

En el Ángelus del 27 de agosto de 2006, El Papa Benedicto XVI, recordando a estos dos santos, dijo: “Santa Mónica y San Agustín nos invitan a dirigirnos con confianza a María, trono de la Sabiduría. A ella encomendamos a los padres cristianos, para que, como Mónica, acompañen con el ejemplo y la oración el camino de sus hijos”.

 DesdeLaPlaza.com/Aciprensa/GV