Hacer con lo que hay

En este momento muchos sufren por lo que no pueden hacer con lo que no hay, pero ¿cuántos se están ocupando de hacer con lo que hay?

Es increíble ver las limitaciones que existen, no en la calle, sino en la mente humana, es hasta un poco aterrador ver como el bloqueo se nos viene encima, porque el mercado no nos está brindando en este momento todo lo que quisiéramos tener, pero me pregunto ¿qué es lo que quisiéramos tener? ¿Lo que nos dicen que debemos tener? ¿Lo que nos acostumbramos a comprar? Pero, ¿cuándo tendremos lo que realmente seamos capaces de descubrir por nuestros propios medios?

Como aquí hablamos de alimentarnos, entonces puedo decir que por mis propios medios he descubierto una gran cantidad de cosas que antes ni hubiese pensado que eran posibles de hacer en la cocina, y todo esto porque la situación me ha llevado a ingeniármelas para poder seguir trabajando, para poder seguir cocinando, y para poder seguir siendo feliz, aunque el peso del pesimismo colectivo intente hacer mella en mí.

Un peso difícil de cargar sobre todo cuando muestras que es posible seguir adelante, pero la gente en vez de ver el vaso medio lleno solo se empeña en verlo medio vacío. No por esto estoy negando la realidad que estamos viviendo como país, ni estoy negando que hay escasez de muchos productos, solo estoy diciendo que sería más fácil si de verdad pudiéramos ver la oportunidad que se nos está presentando, para desarrollarnos como seres creadores, para demostrarnos de qué realmente estamos hechos y para salir adelante con una fuerza muy poderosa que nos podrá impulsar hasta lo más alto, pero eso solo si somos capaces de reconocer que la actitud necesaria es ver qué podemos hacer con lo que hay, en vez de seguir quejándonos por no poder hacer con lo que no hay.

En fin -voy al grano- solo para dar una pequeña muestra de todo lo que se puede hacer si abrimos los ojos, sobre todo los ojos del alma, los que nos dejan ver mucho más allá de lo que los ojos de la cara ven.

Por ejemplo para el área de pastelería, descubrí que si no hay leche, las preparaciones que la requieren pueden hacerse con una mezcla de queso crema y agua, al 12,5% de queso crema por agua, al hervirla los sólidos lácticos se vuelven a unir con el agua y se obtiene un producto lácteo que sustituye sin ningún tipo de problemas a la leche, ofreciendo la misma calidad en el producto final, pero además sacando la cuenta, es tres veces más económica que la leche y lo tienes a la mano, aunque el queso crema sea costoso, al diluirlo en el agua, y sacar la cuenta de litros de leche comparado con el producto lácteo obtenido es mucho más barato.

Lo mismo pasa con las tortas, si se sustituye la harina de trigo por harina de avena, de arroz (la crema de arroz que se consigue en cualquier parte) o la chicha pulverizada, el polvo de yuca seca, o de casabe, entre otros.

La mantequilla que es de difícil de  conseguir y costosa, es sustituible por aceite vegetal en trabajos de pastelería, aunque también un poco difícil de conseguir pero se ve más que la margarina, es cuatro veces más económico que la misma, y la calidad del producto final es el mismo.

El chocolate que sí se consigue pero a precios exorbitantes, puedes sustituirlo con cacao mezclado con aceite vegetal y papelón, y sacar un sirope que te puede ayudar para hacer tortas o galletas, y así podría pasar horas escribiendo soluciones que han salido de la necesidad de seguir adelante sin importar que tantas piedras se pongan en el camino, pues para cocinar no solo se necesita saber recetas, también es necesario aprender a hacer ciencia en la cocina.

Y solo una actitud optimista puede superar cualquier adversidad, saber que se puede y creer que se puede, nos hará salir adelante.

Dejar de sufrir por lo que no podemos hacer con lo que no tenemos y empezar a hacer con lo que tenemos es lo que debemos hacer.

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