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David Gómez Rodríguez: Rusia se me metió en el corazón

Desde Venezuela vemos con profundo orgullo que un joven escritor como David Gómez Rodríguez, que se ha destacado como poeta, como internacionalista y como dirigente social, haya publicado su libro “Puentes de miel sobre la grieta” en un país de tan rica tradición literaria como Rusia, esto constituye un hito para la poesía venezolana de nuestro tiempo y un ejemplo para seguir desarrollando las relaciones culturales a pesar de las distancias y del bloqueo.

En esta ocasión el poeta José Miguel Mendez, en nombre del equipo de la Editorial Tierra Árida, realizó una entrevista al escritor e internacionalista en el por su nuevo libro, ya presentado en la FILVEN 2020 y en 14° Festival Mundial de Poesía de Venezuela. Esta entrevista también se ha publicado en versión audiovisual a través de las redes sociales de la editorial, allí se desarrollaron otros matices para escuchar de la voz del poeta otras reflexiones a propósito del poemario y del mundo en crisis en el que hoy vivimos.

David, es un honor tenerte aquí, en la editorial Tierra Árida, a propósito del lanzamiento de tu libro “Puentes de miel sobre la grieta”. He tenido la oportunidad de leer tu poemario y me he encontrado con paisajes, amores, esperanzas. Pero más allá de mi interpretación quisiera que nos hablaras sobre los que significa  “Puentes de miel sobre la grieta”

¡Gracias a ustedes! Les envío mi abrazo, en especial a ti, Chemi. Me siento muy feliz de poder hacer esta entrevista contigo, poeta. Sabes que para mí eres uno de los más contundentes ejemplos de resistencia y resiliencia, tu poesía y tu trabajo constante, lleno de amor y luz, así lo demuestra. Siempre ves más allá. En cuanto a “Puentes de miel sobre la grieta” es mi poesía hecha internacionalismo. Es mi corazón levantando vigas y guayas para construir un puente hasta el otro lado del mundo. Es lo más dulce de una historia de amor en donde soy enamorado y cronista. Además, creo que es parte de la tradición literaria venezolana, me refiero a amar y comprometerse a través de la poesía, está Andrés Eloy Blanco, Miguel Otero Silva, Gustavo Pereira, y muchos otros ejemplos, uno de los más luminosos es Pío Tamayo, que anduvo a punta de poemas y luchas, participó en la organización de una de las huelgas más importantes en la historia de Panamá, fue cofundador del Partido Comunista de Cuba y luego volvió a Venezuela para caer preso por Juan Vicente Gómez luego de recitar un poema, que es considerado una oda a la libertad. Un poeta que fue conocido por Mariategui… y yo no dudo que incluso aquí en Rusia alguien alguna vez dijera su nombre, lo digo con propiedad, pues en estos días estuve leyendo algunos versos de Mayakovsky y descubrí un poema que hace referencia a la Venezuela de esos días. Mayakovsky ataca desde la poesía de manera muy certera al régimen fascista del cual el poeta Pío Tamayo fue víctima. De eso se trata “Puentes de miel sobre la grieta”, de conectar en lo profundo, de encontrar vías sobre todo lo que nos separa para reconocernos en una belleza común. Incluso, en historias comunes, en sueños comunes. Es comprendernos en las utopías. Para explicarte mejor te regalo este poema:

Comprensión 

Duele habitar bajo el hielo

el alma exige reposo

el invierno es también incendio

y en la hoguera me bautizo 

pues prefiero el dolor que la ceguera

Comprendo tu voz a través de los paisajes

los duelos son un laberinto hasta el alma

de este país bendito con el que tanto soñé

Quizá hoy soy otro y el país también

como el abedul que siempre vuelve de la muerte

con otras hojas, pero con el mismo corazón manchado

Quiero escucharte y saber qué piensas

entenderte como a las abejas, los volcanes y las asambleas

reconocerte como a un cañón de Ayacucho

No se trata del idioma  hablamos del fuego

Con ese fuego en tu poesía has podido hacer una confluencia entre ambos países, has realizado la traducción de los textos junto a tu esposa María Fadeeva, que es filóloga y profesora de literatura rusa. Háblanos un poco sobre cómo ha sido tu proceso de creación poética uniendo ambos países a nivel cultural y también de cómo ha sido tu experiencia en la traducción, tu método.

El proceso de creación ha sido la vida misma. Ir descubriendo lo amargo y lo dulce. En la poesía he reflejado las mieles, también he escrito algunos cuentos y ahí verán algún día lo amargo. Lo importante es que sólo es posible amarse con sinceridad si uno se reconoce abisal y estrella. Escribir estos poemas fue como ir filtrando la miel, cada beso, cada paisaje, cada anhelo, cada historia. Me di cuenta que en la poesía veía con más claridad las formas en las que somos capaces de abrazarnos a pesar de las distancias y las contradicciones. ¿Sabes? Vivir en un país con un idioma tan distinto y con un frío tan cruel a veces te obliga a descubrir hogares y hogueras en ti mismo, pasas mucho tiempo en silencio y buscando calor, había días de hiel, donde no entendía ni una sola palabra y la poesía entonces me salvaba. Una vez dije que Rusia se me metió en el corazón, pero al ser Rusia tan grande, es de suponerse que fue un proceso algo doloroso, ahora tengo un corazón henchido, desbordado de puentes y satélites, el proceso fue tan doloroso como hermoso. En este poemario reivindicó la hermosura. Es lo mismo cuando hablamos de la unión entre Rusia y Venezuela, hay un contexto muy doloroso y un futuro que, procuramos, resplandezca de hermosura. Paul Valery dijo en un poema llamado “poesía” Sobre tu pecho divino / apenas ponía mi sien, / sentía el mecer marino / de tu corazón de bien. Quizá es lo que me pasa siempre que pongo mi sien en el pecho de Venezuela y Rusia. Es lo que trato que aquí oigan, esos latidos. Otra aventura fue la traducción y edición de los poemas en ruso, en ese proceso me le metí yo en el corazón a Rusia, lo hice a través de María Fadeeva, la editora del libro en aquel momento y en este momento, mi esposa y madre de mi futura hija, Ksenia. Con los poemas nos conocimos por dentro y a nuestros idiomas. Cada palabra fue una odisea hacia nuestras almas. Una justificación para el eros.Finalmente llegamos a Ítaca, nos encontramos cuando pusimos el punto final de este libro. El amor se fundó a través de la poesía, no sólo la mía, también la de Pasternak, Lemontov, Pushkyn, Gustavo Pereira, Ramos Sucre, Ana Enriqueta Terán, Neruda y varios otros. (Silencio corto) El proceso de creación de “Puentes de miel sobre la grieta” fue la vida misma. El método de creación fue vivir.

Paul Valery también decía que la poesía es “una musa sideral esparciéndose”. En este caso en tu poesía hay musas, romance, inclusive has reflejado los ojos azules de una mujer, eso me hace recordar a la poesía de Herrera Reisig, pues al fin y al cabo la poética termina convirtiéndose en un catálogo de arte. Háblanos de ese elemento romántico que está presente en tu obra.

En mi poesía creo que siempre ha estado presente el amor como tema central, claro que comparte ese sitial con las causas justas de la humanidad. No puedo deslindar la poesía del amor, y el amor no lo puedo separar de la justicia, hay demasiada belleza en la justicia como para que esta no sea poética… Me gusta pensar que en ese respecto hay influencia de Victor Valera Mora, de Lorca, de Neruda, de Pushkin, que son poetas que le cantaron al amor, al tiempo, que le cantaron a la libertad, a la revolución. En lo que respecta a Rusia, es imposible no ser romántico al ver bajo el manto de la nieve a una mujer de ojos azules, que te regala el bramido del mar solo con una mirada; o el cabello castaño que se despeina como un trigal entre una brisa otoñal. Si bien Rusia tiene la fama de ser dura como el hierro, el alma rusa es noble, melancólica, poética. Su historia los ha llenado también de tristeza, es necesario decir que en Rusia las historias de amor siempre tuvieron una guerra de por medio. Mi historia de amor, no es distinta, hoy Venezuela vive bajo el asedio guerrerista. Ambos pueblos sabemos qué es luchar contra el fascismo. Le hemos comprado aviones y kalachnikov a Rusia, tenemos acuerdos en materia militar y no hay nada romántico en eso. Lo romántico es que en medio de este mundo lleno de grietas, la amistad y el amor se sigan manifestando, sigamos construyendo puentes, derrotando las distancias… eso me recuerda a un poema que está en el libro, amores lejanos:

De la distancia se aprende con los pasos

y con las caricias de la cercanía…

para llegar hasta tu corazón he desgastado mis pies y mis manos, 

en el camino sembré una flor cada vez que el cielo cambió su vestido,

cada semilla guarda en su alma el calor de mis poemas proletarios…

sus frutos sabrán volar en cualquier circunstancia, como el sol,

vencer las distancias y al frío que nos separa en su calma nocturna;

vencer como el polen, como si tu amor fuese un barco con alas

repleto de trigo, petróleo y cacao

Puede partir el barco de San Petersburgo o Vladibostok

no importa, nuestros sueños son del tamaño de Itaca… 

Las provisiones que te envío llegarán algún día

no sé con certeza cuándo, quizá en la primavera,

pero el amor siempre será oportuno,

como el té, el pan y el oro de El Dorado

En este viaje tenemos sobre las cabezas aves de hierro

y bajo los pies submarinos atómicos

porque el amor se defiende con el alma y con los dientes,

tocando las estrellas sobre las montañas de Caldera

como un ángel barinés

o ahogando a los demonios del abisal

con los torpedos de un faro llamado Potemkin

Yo puedo decir que a pesar de la guerra y de los lobbys petroleros que hacen que todo sea inflamable, yo me he enamorado en Rusia a través de la poesía. Sí, también de unos ojos azules y de un alma noble, me refiero a mi esposa. Diciendo esas palabras, ojos y almas, recuerdo el poemario de nuestro duende Antonio Urdaneta “ojo de poeta”. Pensándolo bien, a pesar del hielo, aquí quizá hasta me he hecho más romántico, pues me siento más comprometido con la justicia y la belleza, claro que ayudan los ojos del poeta, los del origen… un romanticismo semiárido y crepuscular, a veces cinético y estructurado. Por ahí en un poema hasta me pongo a cantar una canción de tamunangue frente al Hermitage… imagínate esa parranda, el colmo del guarismo romántico, Chemi, podemos invitar también a otros duendes, a Ruben Darío (Roca), a Willian Osuna, a Luis Alberto (Crespo), a Giordana (García), a José Leonardo (Riera), a Dannybal Reyes, a Floriman (Bello), a Joel Linares, a Wafi Sali, a Miguel Guevara, a Carlos Angulo, a Hiranis desde el corazón del círculo y a Gabriel (Jiménez Emán)… y ahí nos ponemos a recitar, tomar cocuy y bailar la bella, bella. Y después que el que quiera se ponga romántico (Risas). Frente al Hermitage o en la plaza Bolívar, así bautizamos a mi carajita, la leoncita… que es un rayo de luz, la poesía hecha carne.

David, desde que te conozco has sostenido un discurso que hace equilibrio entre la política y la poesía. Hablar de poesía comprometida es quizá como extrapolar aquella vieja data de la generación que nos antecedieron, el boom. ¿Crees que en estos momentos te podría considerar un intelectual y poeta comprometido?

Ya he dicho que creo en la belleza de la justicia, no hay nada más bello que lo justo. Mi compromiso con esa belleza es absoluto, pleno e irrevocable. Es más, lo digo como Cortázar, estoy casado, no comprometido. A propósito de eso, quizá hace falta vernos por dentro, en el sentido de que hoy el poeta como escritor parece haber caído en el abismo de los pedestales. Los pedestales son para reyes, yo creo en la democracia, en el socialismo, yo soy hijo de una familia de trabajadores, no de monarcas; los pedestales solo se pueden justificar con el trabajo… son los pedestales del mérito. Tenemos un compromiso ineludible con la poesía, pero no hay poesía sin humanidad, el universo se filtra en el alma de los hombres y la belleza que germina de ese proceso es lo que podemos llamar poesía… un proceso que podemos organizar. El poeta no es estrella en ese universo, el poeta sigue siendo humano, en la mayoría de los casos es hijo de trabajadores como yo, y es pueblo. Entonces ¿por qué vivir en los pedestales de la impostura, o peor, en elogio de la grieta? Ahora parece que el poeta le hace un homenaje al silencio… no hay manifiesto. Se ha olvidado de la libertad, Bolívar y Sartre llorarían al verlos. Sí, toda la generación del boom lloraría también, incluso el propio García Márquez, que definió muy bien su compromiso en su discurso que dio al recibir el Premio Nobel de Literatura. Una gran discusión ideológica se libró en esa época entre intelectuales como Octavio Paz, Sabater, Vásquez Montalbán e incluso Vargas Llosa, aunque luego cayera en grietas. No se trata sólo de las posibilidades estéticas, hay ética en la palabra, y hay poder en la palabra… la palabra organiza cuando no es eco del silencio, sino de las esperanzas, de los miedos, de los humanos. A propósito de esto te voy a leer un poema.

Decir del silencio

No necesito decir que mi país

está lleno de grietas

ellas anuncian su existencia

desde una lámpara apagada

sobre una mesa rota

junto a una taza vacía

¡Tan vacía como la propia casa!

No necesito hablar por las grietas

pues las grietas hablan solas

como el hielo que se quiebra

Necesito decir que en un país

cercado de grietas

o cercado, simplemente cercado…

el colmo son los silencios

¡Son como púas en el cuello de la madre!

Mi compromiso empieza por ir más allá, a lo profundo, y luego por no estar en silencio. Tengo un compromiso estético, ético y orgánico. Gramsci, Adolfo Sánchez Vásquez y Luis Britto García nos pueden iluminar con ideas sobre esto. Recuerdo un discurso de Cortázar donde cita a Britto con un concepto… la triple militancia del escritor. En fin, no estoy comprometido, estoy casado con la poesía, con la justicia, con la belleza, con la revolución y con una profesora de literatura rusa muy hermosa… espero que ninguna me demande por bigamia. (risas)

Estamos viviendo un momento de crisis global y en Venezuela tenemos una crisis particular: un bloqueo internacional producto de las grandes potencias extranjeras que ha afectado las políticas editoriales en nuestro país. Hoy día para que un joven escritor pueda publicar su trabajo en físico se hace muy difícil ¿Cuáles serían tus planteamientos ante las políticas editoriales en estos momentos de adversidades que está cruzando Venezuela?

Venezuela se encuentra bajo asedio. Es una guerra declarada. ¡No es posible que quieran bloquear hasta los libros, es indignante! Y que los llamados “intelectuales” como Vargas Llosa hagan silencio o aplaudan, es un bochorno. También hay una guerra interna, que va más allá de lo político, es una guerra moral. Si aquello que es sagrado para la Patria tuviera el poder de arder más allá de las metáforas, entonces muchos en el panteón nacional, en las montañas de Sorte, en las catacumbas del pueblo arderían al profanar con descaro las esperanzas de la gente. Y se puede vestir de rojo, de azul o de blanco, de cualquiera de los colores de las bandera de los EEUU, arderían por hacerle el juego a aquello que es miserable, a aquello que ha matado a punta de bala y hambre a millones de hombres y mujeres en la historia del continente. Venezuela tiene hoy tres enemigos, el imperialismo, los apátridas y los hipócritas, todos antagonistas de la poesía. Entonces, no es solo la editorial, es la medicina, la educación, la comida. La guerra que han impuesto sobre Venezuela hace sufrir al pueblo, a veces lo deja sin electricidad, sin gasolina, sin alimento y también pretenden dejarlo sin libros. Han sido golpes muy fuertes, una nueva forma de fascismo. Sí, porque el fascismo es sanguinario, pero también es miserable, no sólo mata, también humilla y trata de sumirlo todo bajo las tinieblas del miedo y la ignorancia, por eso le tiene tanto miedo al conocimiento. Lo digo con los pelos en la mano, como dirían en mi pueblo, pues incluso los estudiantes venezolanos que se encuentran en el mundo, también son víctimas de las sanciones de EEUU y la UE. No es posible que en la actualidad existan estudiantes con más de 6 meses sin cobrar su estipendio porque los bloqueos financieros no permiten el envío de dinero desde Venezuela. Pero más puede lo sagrado dentro de nosotros, eso que ilumina… ni los estudiantes se detienen, ni las ferias del libro, ni la producción literaria, ni la poesía. ¿Que es más difícil ahora? Sí. Que nos debemos reinventar, lo estamos haciendo. Ferias electrónicas. Trueques de libros con otros países, como México frente a la imposibilidad de pagar con dinero, antologías transoceánicas como la presentada por los Vadell en Cuba. Incluso esta contribución que hago desde Rusia es parte de todo ese esfuerzo de reinventarnos. En estos tiempos hacen falta más espacios para encontrarnos, una plataforma atractiva y democrática, con capacidad de llegar a todos el mundo por lo menos en español, inglés, francés y ruso. Ojalá el Festival Mundial de Poesía sirva como plataforma para organizar cosas de este tipo. Comunicar hoy es vital. La poesía tiene un poder comunicacional que traspasa lo racional, que va más allá. Ir más allá es lo que hace falta en estos tiempos. En concreto hace falta resistir, ser resilientes, organizarnos más y crear, crear mucho.

David, no me queda más que decirte que agradezco tu tiempo para realizar esta entrevista. Te deseo muchos éxitos en el lanzamiento del libro, que es una victoria de los pueblos del Sur, que sirva para seguir educando los sentimientos, hace falta en estos tiempos. Sigue creciendo como ser humano y Dios te bendiga siempre.  

Gracias nuevamente a Tierra Árida por el espacio, y a DesdeLaPlaza.com. Y gracias a todos y todas por mantenerse en ardimiento. Y amén, Chemi.

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