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De independencias, angustias y otras historias

Por: Nito Biassi

El discurso del presidente Mauricio Macri diciendo que los próceres sintieron angustia cuando declararon la Independencia de España, lo dijo casi como pidiendo perdón por haberla declarado. No fue un error ni siquiera fue para acercarse al mundo, sino que es simplemente una línea con el pensamiento que continúa en paralelo a la de la independencia, la línea de los que defienden la dependencia.

La historia Argentina como toda la historia de Latinoamérica es una historia que fue cortada, mentida y recreada de acuerdo con la tendencia de los gobiernos de turno.   Pero nunca en ningún gobierno se había pronunciado un discurso donde se les pedía perdón a los colonizadores por dejar de ser colonia. Pero esto no es casual, sigue una línea de pensamiento que ya estaba en 1810, cuando en lugar de declarar la independencia directamente se le juró fidelidad a Fernando VII, alegando que no se podía declarar la independencia porque no estaban el resto de las provincias, lo cual iba a ser un hecho unilateral.

Dos líneas se presentaron en 1810, la de Martín de Álzaga, que pretendía seguir siendo colonia para poder mantener el status quo con respecto al contrabando y la corriente que lideraba Mariano Moreno, de tendencia liberal, que pretendía la independencia y el libre comercio. Triunfó la corriente de Álzaga. Mariano Moreno es nombrado canciller en Europa y asesinado en la travesía.

En España, el 11 de diciembre de 1813, Fernando VII volvió a ocupar el trono, ¿Qué pasó en estas tierras? Nada, se siguió jurando fidelidad a Fernando VII. ¿Por qué? Por la misma causa que se juró en 1810. Buenos Aires. Esta ciudad no quería la independencia, porque la independencia significaba la pérdida del gran negocio que era el contrabando con Inglaterra y Francia.

En febrero de 1812, Manuel Belgrano izó la bandera por primera vez, La Junta Grande que presidía a la Nación le ordenó que siguiera enarbolando la bandera rojigualda, la bandera española. ¿Por qué? Porque a Buenos Aires no le convenía económicamente la independencia. Como no le convenía que, la región conocida como La Banda Oriental, perteneciera a las Provincias Unidas. ¿Por qué? Porque Artigas era, junto a Belgrano y a San Martín, independentistas. Porque Artigas quería un gobierno Republicano, federal e independiente. Porque el puerto de Montevideo es mucho mejor puerto que el de Buenos Aires, con menor costo de mantenimiento y sin necesidad de que los barcos de gran calado surquen por canales como en Buenos Aires. Montevideo tampoco quería la independencia; también en esta región el contrabando con Brasil, Inglaterra y Francia era muy importante. Ésa es la causa que Montevideo tampoco estaba bajo el mando de Artigas.

¿La otra independencia?

En las Provincias Unidas del Río de la Plata después de 1813, se produjo una división entre los que no querían la independencia y los que la querían, los que querían que el gobierno fuera central y único y,  los que querían un gobierno federal con provincias autónomas, que eligieran sus propios gobernantes. Artigas después de que sus enviados son rechazados de la junta grande de 1813, forma lo que se conoció como la Liga Federal o Liga de los Pueblos Libres. Conformada por la Banda Oriental, los pueblos de Misiones, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos y como adherente sin la protección de Artigas, Córdoba.

Los que seguían la línea del centralismo eran Alvear y Pueyrredón, que se agrupaban en torno a la figura del Directorio Central. Esta línea decía que era muy pronto declarar la independencia, que primero era necesario organizar el país. En junio de 1815, ante la caída de Alvear como Director Supremo, Artigas convoca a un Congreso de la Liga en Arroyo de la China, hoy Concepción del Uruguay. A ese congreso se presentaron diputados de todas las provincias de la Liga. Artigas recibe una propuesta de Buenos Aires, la independencia total de la Banda Oriental y su separación de las Provincias Unidas; Artigas rechaza la propuesta. No quería la secesión, quería la independencia de todos los pueblos bajos su protectorado. Es en ese momento cuando el Congreso declara la Independencia, no hay actas, ni declaraciones o por lo menos no han quedado en los archivos. No es sinónimo de que no existiera, si tomamos el caso del Acta de declaración de la Independencia de Tucumán, tampoco existe el original, sí copias. Pero a Buenos Aires no le interesa que se sepa de esta declaración de la Independencia y sigue insistiendo con la separación de la Banda Oriental.

Artigas siguió dictando leyes y, al igual que Andrés Guacurari declaró la reforma agraria, eliminó los latifundios y propuso la distribución de la tierra ente el campesinado y los pueblos originarios. Esta medida causó gran indignación en Buenos Aires y la Corona Británica, propietaria de grandes latifundios en Entre Ríos.

En 1816, Buenos Aires ante estas reformas y a instancias del gobierno Británico, hace un pacto con las autoridades Luso-Brasileñas y se compromete a la no intervención cuando éstos invadan la Banda Oriental, Misiones y otros territorios, comprometiéndose éstos a no invadir territorios de las Provincias Unidas. Esta invasión termina en 1821 con la anexión de La Banda Oriental al territorio del Brasil como la provincia Cisplatina.

La Declaración de la Independencia

Con la derrota de Alvear, las provincias restantes en la que estaba Salta, San Juan Mendoza, Santiago del Estero, Catamarca y La Rioja le exigen a Buenos Aires que convoque a un congreso para declarar la Independencia. El congreso es convocado para el 24 de marzo de 1816 y, aunque Buenos Aires no quería declarar la Independencia sino sólo elegir la forma de gobierno, la presión de las demás provincia instó a que el 9 de julio se declarará la independencia, bajo el mando de Pueyrredon que había sido nombrado por el mismo Congreso, Director Supremo.

Fue una fecha que Buenos Aires no quería, mientras en el resto de las provincias se festejaba el 9 de julio, Buenos Aires seguía conmemorando el 25 de mayo. Existe un decreto de Rivadavia (unitario y autor del primer endeudamiento y robo con el famoso empréstito que terminó de pagar Perón en 1949, y por cuatro meses Argentina no tuvo deuda externa; suena irónico, lo es) por el cual se festeja el 9 de julio en conjunto con el 25 de mayo en dicha fecha, por razones de comercio. Recién durante el gobierno de Rosas el 9 de Julio adquiere festejo propio con las mismas prerrogativas que el 25 de mayo.

Pero para Buenos Aires nunca el 9 de julio tuvo la misma importancia que el 25 de mayo. ¿Por qué? Según Juan Bautista Alberdi en sus escritos póstumos: “La revolución de Mayo de 1810, hecha por Buenos Aires, que debió tener por objeto único la independencia de la República Argentina respecto de España, tuvo además el de emancipar a la provincia de Buenos Aires de la Nación Argentina, o más bien el de imponer la autoridad de su provincia a la nación emancipada de España. Ese día cesó el poder español y se instaló el de Buenos Aires sobre las provincias argentinas

Buenos Aires nunca quiso ni quiere una independencia plena, siempre tuvo su mirada hacia Europa, principalmente Inglaterra y Francia. Basta en la actualidad pasear por la ciudad de Buenos Aires para darse cuenta de esto, el 75 por ciento de la cartelería publicitaria y de los negocios tiene palabra en inglés. Los dichos del presidente Macri no se escapan de esos conceptos, como buen porteño que es, el país termina en la Av. General Paz, aunque diga lo contrario, lo que hace lo demuestra.

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