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Los 7 grandes desafíos de Latinoamérica de cara al Brexit

Una noche triste para Europa. El pasado 23 de junio, el Reino Unido enmudeció a la comunidad internacional con un hecho que muchos consideraban impensable: votó a favor de una salida de la Unión Europea, lo llamaron Brexit. Un aluvión de sentimientos colmados por la ira, confusión y culpa circularon entre los círculos políticos tradicionales de Londres dejando a su paso el fantasma del colapso económico que aún se mantiene vigente.

Se espera que el “Brexit” tienda a provocar una fuerte desaceleración en el comercio europeo, lo que ralentizaría el crecimiento económico mundial. Esto conllevaría a un descenso de precios de materias primas por parte de América Latina, ya que un crecimiento económico mundial más lento se traduce en que los  tradicionales compradores de petróleo, minerales, granos y otras materias primas que América Latina vende, se verán de  manos cruzadas.

Justo cuando la élite británica se tambalea por las implicaciones de los resultados, el resto del mundo, en especial Latinoamérica, debe luchar contra las ondas expansivas del acontecimiento. La situación no pareciera ser nada distinta de este lado del continente. Las consecuencias impactarán indudablemente en el futuro político y económico de la región en diferentes maneras, la mayoría de las cuales podrían resultar negativas:

  • La incertidumbre pareciera ser, por ahora, el temor principal. Es difícil predecir los efectos del Brexit sobre Latinoamérica justamente porque los resultados son inciertos para todos. Gran Bretaña ha tomado un gran salto hacia un universo desconocido, y no es de extrañar que arrastre al resto del mundo junto con ella. En términos económicos, la siguiente década, aún sin nacer ya vería el cielo nublarse. Para América Latina, esto se traduce en inestabilidad en los mercados financieros, vulnerabilidad en las exportaciones, y un incremento en los costos de préstamos.  En una región que ha sufrido luchas en su búsqueda por un destino fijo y por encontrar un lugar en el mundo después de un sinnúmero de años difíciles, esta volatilidad no es menos que el presagio de lo que pudiera estar por venir.
  • Un efecto dominó en la economía pudiera dar la vuelta al mundo y llegar a Latinoamérica. Según el diario The Economist: “una economía Europea debilitada, sin lugar a dudas, afectará a las exportaciones chinas (…) y mientras las monedas Europeas se debilitan,  pueden renovar una depreciación del yuan”. Latinoamérica es uno de los grandes socios estratégicos de china, y aunque levemente ha sentido el golpe de una desaceleración en la economía y moneda china, de consumarse una depresión a gran escala pudiera ser terriblemente desastroso para los sectores de exportación, como es el caso de países como Brasil.
  • Las materias primas, en especial las provenientes de combustibles fósiles, tendrían un descenso preocupante. Según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo, Venezuela depende de las materias primas para el 96% de sus ingresos por exportaciones, Ecuador el 94%, Perú el 87%, Colombia el 83%, Argentina el 69% y finalmente Brasil el 67%. Sin embargo, países como México y la mayor parte de Centroamérica son menos dependientes de las materias primas que el sur del continente.
  • El comercio y las negociaciones entre la UE, el Reino Unido y Mercosur también pueden entrar en el ojo del huracán. Aunque el comercio regional con el Reino Unido es limitado, apenas un 0.65% del total de exportaciones regionales, países como Colombia y Brasil estarían más expuestos a estos cambios repentinos.
  • El nivel de inversión extranjera podría sufrir variaciones. Según el gobierno peruano, el 18% de la inversión extranjera directa del Perú viene del Reino Unido. Sin embargo, Latinoamérica sorprendentemente podría beneficiarse del “Brexit” si los flujos de capital británicos migran hacia otras regiones. El papel del Mercosur será trascendental en medio de ese último esfuerzo para reiniciar las negociaciones que durante 16 años le alejaron de un acuerdo comercial con la Unión Europea. Europa, es ahora el inversor principal y el segundo socio comercial más grande de la región pero el caos que se cierne alrededor del “Brexit” podría hundir todas las esperanzas.
  • Desde el punto de vista político, los cambios de liderazgo en Argentina y Brasil hacían parecer que Sudamérica estaba calentando motores para entrar en comercio con Europa. La Unión Europea en algún momento de la historia fue el modelo explícito a seguir para el Mercosur, y el “Brexit” podría reducir el entusiasmo de sus miembros. Siendo imparciales, sabemos que un trato comercial entre el Mercosur y el Reino Unido ahora sería más asequible, pero un acuerdo como tal sería poco más que un premio al fair play.

En resumen, el fortalecimiento del dólar y una baja en el precio del petróleo son las consecuencias prácticamente inevitables de la fuga de libras esterlinas y euros. Los precios del petróleo ya avisaron un retroceso de 4.4% de la noche a la mañana, mientras que el crudo local venezolano descendía 0,41$ el pasado viernes. Esto tiene implicaciones negativas tanto para el país como para para los productores de petróleo en el continente –Colombia, Ecuador, Brasil, México– y también para cualquier gobierno que tenga deudas denominadas en dólares.

Con todo lo dicho anteriormente, vale la pena recordar que siempre existe la posibilidad de que el proceso termine por ser más suave de lo que se espera, y las predicciones apocalípticas de los grandes analistas se conviertan en hiperventilaciones al advertir que Asia y América Latina podrían ser los mayores perdedores de una nueva depresión mundial.

De todas formas, todos deberíamos prestar más atención al Brexit. Es hora de sacar el paraguas en Latinoamérica porque en Londres ha comenzado a llover.

DesdeLaPlaza.com/Emanuel Mosquera

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