Putin y Obama se evitan con cautela en China

Una palmadita en la espada aquí, una broma allá.  Pero lejos de las cámaras, Barack Obama, y su homólogo ruso, Vladimir Putin,  se evitan con cautela,  mientras las relaciones entre ambos países siguen  en deterioro.

 A pesar de que ya se han producido varios encuentros, no estaba claro si los líderes habían abordado alguna de las cuestiones difíciles pendientes – como la duras sanciones de Estados Unidos que han dañado la economía rusa o el frágil alto el fuego en Ucrania que parece cerca de fracasar.

Funcionarios dijeron que Obama y Putin no profundizaron en estos temas durante un breve encuentro el lunes por la noche, y en las apariciones públicas el martes, los dos mantuvieron sus amplios desacuerdos lejos del ojo público.

Justo en las afueras de Beijing, donde se reúnen los líderes de 21 países en un foro económico, el pintoresco lago Yanqi se convirtió en escenario de un extraño `pas de deux’ entre los dos mandatarios más poderosos del mundo.

En su entrada a una ornamentada sala para el inicio de la cumbre, Obama y Putin parecían un poco los compinches del presidente chino, Xi Jinping. El anfitrión de la conferencia abría camino, con el estadounidense a un lado y el ruso al otro.

«¿Es bonito, no?», dijo Putin en dirección a Obama. Sí, lo es, fue la respuesta de un reticente Obama, evitando el contacto visual con el líder ruso y lanzado sus palabras a nadie en concreto.

Cuando los tres presidentes se pararon en la cabecera de la mesa, Putin se acercó a dar una palmadita en la espalda a Obama, pero el estadounidense se giró en una dirección diferente, y no pareció que la mano de Putin lograse su objetivo.

Horas más tarde, los dos volvieron a encontrarse en bajo un cielo nublado mientras los líderes plantaban árboles en honor a sus países. Putin se dirigió con confianza a su árbol, por delante de Obama, que juntó las manos a la espalda antes de tomar una pala y saludar a un equipo de la televisión española.

Lejos de las cámaras, Obama y Putin tuvieron una ocasión para hablar en privado, dijo un alto cargo del gobierno de Obama, que no estaba autorizado para comentar el asunto en su nombre y pidió no ser identificado. Pero no estuvo claro si  los líderes aprovecharon la oportunidad para enfrentar los problemas que han enfriado las relaciones entre sus dos países a niveles no vistos desde el final de la Guerra Fría.

El portavoz de Putin solo dijo que los dos «siguen comunicándose».

Estados Unidos se enfadó por el presunto rol de Rusia alentando a los rebeldes prorrusos de la vecina Ucrania.

Funcionarios de la Casa Blanca han acusado a Moscú de enviar armamento pesado a los separatistas y de bombardear a las tropas ucranianas y han denunciado la acumulación de soldados rusos a lo largo de la frontera.

La tregua alcanzada en septiembre entre los rebeldes y el gobierno ucraniano se está tambaleando, desestabilizado por lo que la Washington califica de «descarada escalada» de Rusia y las elecciones organizadas por los secesionistas en el este de Ucrania, que Estados Unidos considera una «farsa».

En una llamada telefónica la semana pasada con el presidente de Ucrania, el vicepresidente Joe Biden, prometió más sanciones estadounidenses contra Moscú «si Rusia sigue violando deliberadamente los términos» del alto el fuego

DesdeLaPlaza/EN/MB