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Entérate qué hacen dos museos de Europa con el excremento

Cuando piensas que lo has visto todo aparece algo, que más que sorprenderte, podría darte repugnancia, asco y hasta ganas de vomitar.

Si a muchas personas cuando van a defecar, les da asco el olor nauseabundo que podría generar esa acción, e incluso hay algunos que ni siquiera les gusta ver su propia ‘gracia’, imagínense por un momento ver ese ‘desperdicio’ de otro, exhibido en un museo.

Pues este es el caso de dos museos en Europa, específicamente en Inglaterra e Italia.

Uno es el National Poo Museum’ (Museo Nacional de la Caca), ubicado en la isla de Wight, situada en la costa sur frente a la ciudad de Southampton, Inglaterra.

The National Poo Museum

La primera exposición del Museo Nacional de la Caca, fue abierta en el año 2016 donde para su inauguración se cortó un rollo de papel higiénico que hizo las veces de cinta, según reseña ‘El Mundo’ en su portal web.

En el interior de este museo, el visitante puede contemplar desde heces de león, hasta excrementos de bebé humano, pasando por deposiciones de suricato, paloma, zorro, alce y hasta varias cacas fosilizadas de reptil de varios millones de años de antigüedad.

En total tienen cacas de 20 especies distintas. Todas ellas permanecen dentro de unas esferas de resina que les otorgan un aspecto preocupantemente bello.

Los responsables de este proyecto son Nigel George, Dave Badman y Daniel Roberts, miembros del colectivo artístico Eccleston George (grupo de personas creativas que trabajan juntas en diferentes tipos de proyectos).

La idea surgió cuando Roberts caminaba junto con unos amigos por unas montañas del norte de Suecia.

«Había muchos signos de vida silvestre, pero me di cuenta que lo que más pareció fascinar a la gente fue cuando descubrimos una caca. Creo que era de un lince. ¡Eso me hizo pensar que podíamos hacer una exposición sobre diferentes tipos de caca! Cuando regresé a la Isla de Wight y se lo conté al resto de los miembros de Eccleston George, dijeron: ‘¿Por qué no crear todo un museo y una exposición itinerante?’ Así que eso es lo que hemos empezado a hacer», explica el fundador del museo de la caca.

El precio de la entrada asciende a 10 libras, unos 12,5 euros, es decir, unos 15 dólares. En su interior el visitante puede adquirir ‘souvenirs’ (recuerdos) como réplicas deposiciones fosilizadas y demás parafernalia escatológica.

El otro es el ‘Museo della Merda’ (Museo de la mierda), ubicado en el castillo ‘Castelbosco’ en Piacenza, en la localidad de Gragnano Trebbiense en Campremoldo Sopra, al norte de Italia.

Inaugurado el año 2015, es un museo ‘ecosustentable’, porque aprovecha el excremento de los animales, para producir energía (gas metano).

Todo comenzó en una granja en la que 2.500 vacas comen y engordan para producir la leche con la que se hace el queso ‘Grana Padano’. Las más de dos mil reses generan también una enorme cantidad de estiércol lo que llevó a Gianantonio Locatelli, un emprendedor y propietario de la granja y el museo, de 61 años, a reutilizarlo para obtener metano, fertilizantes naturales y materiales de construcción. Un entorno de reutilización e investigación de los excrementos que luego se convertirían en el ‘Museo de la mierda’. El cercano castillo de Castelbosco completa el contexto del museo. Sus salas, convenientemente templadas con una calefacción de metano, albergan buena parte de la colección de ‘merda’.

Además el excremento, es convertido en metano para alimentar motores y generar electricidad, otra parte es comercializada como fertilizante en los supermercados, y el resto es utilizada para crear una serie de objetos, desde vajillas, ladrillos, hasta piezas de uso cotidiano, todos con un estilo elegante y a la vez rústico, baja la marca ‘Merdacotta’ (literalmente mierda cocida) y que usa como símbolo un escarabajo, insecto coprófago (que come estiércol o excrementos) e imprescindible para la naturaleza por abonar la tierra y controlar los parásitos.

El museo también combina distintos muestras de arte contemporáneo, como fotografías, pinturas, y dibujos, que reflexionan sobre la naturaleza, la antropología, la ecología, y el arte, de las cuales tienen como componente principal los excrementos, como las pinturas de ‘mierda liquida’.

¿Te gustaría asistir a alguno de ellos? ¿Dejaría una muestra de tu excremento para colaborar con el museo y el «arte»? ¡Comenta!

DesdeLaPlaza.com/Agencias/Rubén Scorche

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