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Hace 29 años Billo Frómeta dejó de cantarle a Caracas

El 5 de Mayo de 1988 la ciudad de Caracas se vistió de luto. Luís María Frómeta o simplemente “Billo”, falleció en la Policlínica Santiago de León. El dominicano que desde su llegada a Venezuela, en diciembre de 1937, se convirtió en el protagonista de uno de los capítulos más importantes en la historia de la música popular venezolana junto a su orquesta Billo´s Caracas Boys.

Los restos de Billo Frómeta fueron velados al día siguiente en el Concejo Municipal. A las diez de la mañana montaron el féretro en un carro de bomberos y tras él, en una muy lenta procesión de más de veinte kilómetros, miles de caraqueños lo siguieron hasta el Cementerio del Este donde llegó al atardecer.

Luego del sepelio, y con la fosa aún abierta, todos cantaron el Alma Llanera. Así había sido su deseo, que en su lápida fuese grabado el último compás con el que Pedro Elías Gutiérrez había terminado su zarzuela y que tradicionalmente en Venezuela significaba el final de toda fiesta. Así terminó, como si terminara un baile, el funeral de “el novio de Caracas”, como le gustaba que lo llamaran.

El 27 de abril, Billo Frómeta salió del ascensor a una de las terrazas del Teatro Teresa Carreño donde la Orquesta Sinfónica Venezuela ensayaría los temas que se iban a ejecutar en el homenaje con motivo de sus 50 años de haber llegado al país.

Tras las amables palabras de bienvenida comenzaron el ensayo. Leyeron por primera vez Un Cubano en Caracas, una obra sinfónica corta donde Billo mezcló los temas El Manisero y el Alma Llanera. La pieza sorprendió a los músicos quienes aplaudieron la calidad de la obra. La emoción del maestro hizo que se desvaneciera y cayera al piso.

Había sufrido un derrame cerebral, por lo que fue llevado de emergencia a la Policlínica Santiago de León donde murió a los ocho días.

Un poco de su historia

Pocos hombres nacidos fuera de nuestras fronteras han expresado tanto amor como lo hizo Billo. Luís María Frómeta Pereira nació en Santo Domingo, República Dominicana, el 15 de noviembre de 1915, hijo de Olimpia Pereira y José María Frómet.

Su pasión por la música la manifestó desde muy joven, era  un artista integral que tocaba desde el piano hasta el clarinete,  hasta abandonó su carrera en la medicinada por el amor a las melodías, que fue el sendero que él decidió seguir en la vida.

Llegó a Venezuela tras el consejo de otro gran músico puertorriqueño, el pianista Noro Morales, atraído además por la riqueza petrolera que vivía en aquél momento nuestro país.

Su primera presentación fue en el Roof Garden del Hotel Madrid, ubicado en la esquina de La Torre, en el centro de Caracas. Billo llegó a los veintidós años, se quedó por cincuenta, tiempo en el que se convirtió en un maestro y formó una de las bandas más recordada de los tiempos mozos de la capital venezolana, la Billo’s Caracas Boys.

Su amor por este país quedó plasmado por siempre en sus canciones. El disco Canto a Caracas  es el mejor ejemplo  de amor a la ciudad que le abrió los brazos a él y su música.

DesdeLaPlaza.com/CAB

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