X

¿Lavar dinero con sangre?

El cinco de febrero del dos mil catorce, a las ocho y treinta de la mañana se desató un incendio en los depósitos de la empresa Iron Mountain que le costó, en su momento, la vida a nueve bomberos y rescatistas. Doce días después murió el décimo, y dos años después uno de los bomberos que participó se suicidó. Supuestamente no pudo soportar la muerte de sus camaradas, principalmente de su amigo Facundo Ambrosi, bombero voluntario de la Vuelta de Rocha, que fue la persona que agonizó doce días.

Para comprender los sucesos tenemos que volver en el tiempo, cuando la AFIP (Agencia Federal de Ingresos Públicos) realiza una investigación al banco HSBC, por abrir cuentas sin declarar de su banco en Suiza. Aunque la entidad bancaria negó enfáticamente estas operaciones el tiempo demostró que eran ciertas. Pero todo se confirma cuando Herve Falciani, informático que trabajaba en HSBC Suiza, se escapa con la información de 60.000 cuentas y la entregó al diario Le Monde. Éste investiga sólo las cuentas francesas y el resto de la información la envia a ICIJ (sí, los mismos de los Panama Papers) y éstos difunden los datos con el nombre de Swissleaks.

Abrir cuentas en Suiza no es ilegal; es más, este país no es considerado un Paraíso Fiscal. Lo que sí es ilegal, es abrir cuentas y no declararlas en el país de origen. Eso es lo que pasó en la Argentina: de las 4.040 cuentas de argentinos, sólo 180 estaban declaradas, el resto evadían impuesto. Como declaró Hernán Arbizú, ex vicepresidente del J.P. Morgan en argentina: “(HSBC) contrató empleados de la entidad en la que yo trabajaba para asesorarse sobre el know how (procedimiento) de la evasión”, y añade “La culpa de que haya dólares argentinos fuera de la Argentina es de los bancos que están en la Argentina”[1]

Esos son el HSBC, que guardaba todos sus papeles de respaldo en los depósitos de Iron Mountain. Esta empresa llega a la Argentina en 2000 y abre oficinas en distintos barrios del CABA, incluido Barracas. En el directorio de dicha empresa se encuentran personas muy relacionadas a Macri. Ricardo García, miembro de SOCMA (Sociedad Macri) y Gustavo Álvarez, que no sólo era miembro de Iron Mountain, sino que también estaba vinculado al grupo Clarín y a la empresa Ernst & Young nombrada en los SwissLaeks como una de las empresas de lavar dinero.

En el 2007 al asumir Macri el primer gobierno, Ignacio Pirovano, ex directivo de HSBC, ocupaba el cargo de Subsecretario de Inversiones. Junto con Francisco Cabrera, Ministro de Desarrollo Económico (que también había estado vinculado al HSBC como directivo de AFJP Máxima, Fondo de Pensión de dicho Banco) otorgaron beneficios impositivos a empresas que desarrollen tecnología, impulsadas desde el Distrito Tecnológico en Barracas y Parque Patricio. Unas de las empresas beneficiadas era Iron Mountain, a pesar de ser simplemente depósito de archivos.

En 2008 sendas inspecciones de la Dirección General de Protección del Trabajo clausuraron el depósito de Barracas por fallas edilicias. Pero las clausuras nunca fueron efectivas. Todos esos expedientes se extraviaron, según afirma Ángel Rodríguez ex director de Protección del Trabajo. También Fernando Cohen, en una cámara oculta del canal C5N, admitió que Mauricio Macri, como Jefe de Gobierno, frenaba inspecciones de empresarios amigos.

Y ya tenemos el coctel explosivo, un banco que guarda sus archivos en depósitos de una empresa con vínculos con dicho Banco; un gobierno que favorece a empresarios y que cuyos miembros fueron y son acusados de tener empresas off shore y de lavado de dinero y, Mauricio Macri, Jefe de Gobierno,  de tener contactos y proteger a los dos antes mencionados, Iron Mountain y HSBC.  Un depósito que debió ser clausurado y no lo fue.

Y todo explotó.

El cinco de febrero del dos mil catorce, a las ocho y treinta de la mañana se desató un incendio en los depósitos de la empresa Iron Mountain. Dotaciones de Bomberos, Defensa Civil, Policía Federal, Prefectura y Policía Metropolitana acudieron a apagar el incendio y a rescatar entre los escombros a las personas que quedaron atrapadas, principalmente el personal de la empresa anti-incendios.

Estaban en esa tarea cuando una pared se derrumbó y aplastó a los rescatistas con un saldo de nueve personas muertas y una con heridas muy graves. Además de 7 personas que fueron rescatadas con vida, una con fracturas expuestas múltiples.

Después del incendio comenzó la investigación que duró un año aproximadamente. El resultado fue indiscutible: El incendio fue intencional, producido por cuatro focos. Se encontraron restos de cajas con el sello HSBC y el título “Lavado de dinero” y documentos de dicho banco como así también restos inservibles de otras empresas acusadas de lavado de dinero.

Según el Fiscal Gonella, de PROCELAC: “el trabajo lo terminamos en mayo del año pasado, pero ahora cobra importancia al comprobarse que el incendio se trató de un hecho doloso, es decir, que hubo intencionalidad en provocar el incendio”. Y agregó: “De los archivos, hay 29 de las 43 empresas que nosotros estábamos investigando por criminalidad económica. Y la más comprometida es el HSBC”.[2]

“Intentando controlar el fuego intencional en Iron Mountain-Barracas, murieron 10 bomberos. MAURICIO MACRI ES UNO DE LOS PRINCIPALES RESPONSABLES, ADEMÁS DE UNO DE LOS QUE MÁS SABE acerca de los crímenes perpetrados por el aguantadero IRON MOUNTAIN

Bomberos y rescatistas acudieron a defender del fuego a una empresa criminal que ocultaba delitos de otras empresas que operan en Argentina. Diez de ellos murieron mientras trataban de controlar el INCENDIO INTENCIONAL. Las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires sabían que esto podía pasar y no sólo no hicieron nada al respecto y relajaron los controles de seguridad, sino que meses antes y con MACRI a la cabeza, homenajearon a los directivos de IRON MOUNTAIN, los subsidiaron con la plata de los porteños y los eximieron del pago de impuestos. MACRI y la cúpula de su gobierno junto a los directivos de IRON MOUNTAIN YA DEBERÍAN ESTAR DETENIDOS.” (Carlos Rossman)[3]

Diez personas murieron a causa del incendio intencional, una más se suicidó a los dos años, ellos son: “Damián Veliz, Eduardo Conesa, Maximiliano Martínez, Anahí Garnica (quien fue la primera mujer bombero, de la Policía Federal Argentina) y Juan Matías Monticelli, del Cuartel I de Bomberos de la Policía Federal; Leonardo Arturo Day, jefe de Departamento Zona I de la Superintendencia Federal Bomberos de la Policía Federal; Julián Sebastián Campos, Bomberos Voluntarios Metropolitanos de Vuelta de Rocha, José Luis Méndez, del cuartel de Villa Domínico, y Pedro Baricola, de la Dirección General de Defensa Civil de la Ciudad de Buenos Aires.”

La última víctima agonizó durante doce días, falleciendo finalmente el diecisiete de febrero. Se trataba de Facundo Ambrosi, bombero voluntario de Vuelta de Rocha. Dos años después dos bomberos más se suicidan (aunque sólo pudimos comprobar la de uno, que dejó una carta) Mario Colantonio y Diego Oneil se suman a las víctimas de la tragedia de Barracas.

Ya han pasado dos años, dos años en los que lo único que se ha logrado es mutismo. Nadie se acuerda de los muertos, nadie se acuerda de la causa. El fiscal Gonella que tenía el caso, fue apartado del PROCELAC, por no haber imputado a Lazaro Baez en una causa (sí el Baez que ahora sale hasta en Baby TV) pero de la causa de Iron Mountain, HSBC y los Swiss Laeks, sólo silencio.

¿Acaso se puede lavar dinero con sangre?   

———

[1] Extraído de http://www.contrainfo.com/13599/el-aguantadero-iron-mountain-el-hsbc-y-mauricio-macri/

[2] http://www.contrainfo.com/13599/el-aguantadero-iron-mountain-el-hsbc-y-mauricio-macri/

[3] http://www.contrainfo.com/13599/el-aguantadero-iron-mountain-el-hsbc-y-mauricio-macri/

Related Post