"Barriga de cervecero" ¿Mito o realidad?

¿Será el brindis el responsable de la “pancita”? Será que por eso qué escuchamos “esa barriga de cervecero”. La cosa es que cuando los alimentos o bebidas que ingerimos exceden la cantidad de energía que gastamos, el sistema metabólico se encarga de guardar el combustible sobrante en forma de grasa.

Sin embargo, no podemos elegir dónde se depositará esta grasa, eso depende de nuestra codificación genética y de otras variables biológicas sobre las que no tenemos control.

Muchas mujeres me dicen: «Mi marido es flaco, pero tiene ‘pancita’, ‘pancita de cerveza’», aclaran para tranquilizar. “Por eso se quedan con la boca abierta cuando les explico que, si bien se ven flacos, sus maridos están gordos porque tienen obesidad abdominal«, señaló Adrián Cormillot, médico clínico con orientación en enfermedades crónicas

La famosas «pancita de cerveza» no es otra cosa que un depósito de grasa. Y la grasa que se deposita allí es la más peligrosa de todas. “Imaginemos un terreno en el que los vecinos acumulan basura todos los días y que, por alguna razón, nadie retira. Esa basura continúa acumulándose y con el tiempo se descompone y produce sustancias que se convierten en un caldo de cultivo para toda clase de enfermedades”, explicó el especialista

¿Cómo saber si tienes un cuerpo «tipo manzana»? Simplemente tienes que medir tu cintura. Si eres mujer debería estar en el rango de los 85 a 90 centímetros y los hombre entre 95 y 100 centímetros. Si superas esas cifras, significa que tienes obesidad abdominal.

Entonces, ¿quién tiene la culpa? La «barriga de cerveza» es un mito, como el hombre de la bolsa. El alcohol no «fija las grasas». La culpa está en lo que comemos y en lo que no nos movemos.

Desde La Plaza/EntreMujeres/SE