La discriminación racial no es cuento de camino

En octubre de 1966 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas declaro el 21 de marzo como el Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial.

De acuerdo a el portal oficial de la ONU, el tema de este año es “aprender de las tragedias históricas para combatir la discriminación racial del presente”  y tiene como objetivo explorar las causas profundas del racismo y la discriminación racial, además de hacer hincapié en la necesidad de aprender de las lecciones del pasado para luchar contra el racismo y la discriminación en la actualidad.

¿Afrodescendiente? ¿Negro? ¡Mi color!

En los últimos años se abrió un debate en el país sobre el uso de los términos “afrodescendiente” y “negro”, para referirse a una persona de piel oscura. Creemos en ocasiones que es un debate que se nos vino con la Revolución Bolivariana y la inclusión que esta ha tenido con respecto a las minorías, sin embargo, la cosa trasciende nuestras fronteras.

El portal web América Latina en Movimiento, nos recuerda que en la Conferencia Regional de las Américas, Santiago de Chile, 2000, preparatoria para la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y formas conexas de intolerancia, Durban, Suráfrica, 2001, los países de la región acordaron denominar afrodescendiente a los pueblos y comunidades constituidos principalmente por la descendencia de las víctimas del comercio negrero y la esclavitud.  

Esto con la intención de promover la lucha contra el racismo y la discriminación racial, que por consiguiente, ha generado todo tipo de opiniones y posturas. Encontramos pues en nuestra sociedad a muchos negros y negras. También a muchos afrodescendientes y afrodescen… dejémoslo ahí.

El tema no es solo blanco y negro

Hablar de discriminación racial nos evoca a los blancos y a los negros y a siglos de historia de dominación y explotación, de reivindicaciones, humillaciones, injusticias y grandes personajes que han marcado hitos. Pero la cosa no se resume a este binomio y en Venezuela, tristemente lo sabemos bien.

Muchos tuvimos un amigo apodado “cotorro”, o “Perú”, adjetivos que pretenden ser peyorativos, dirigidos a personas con ascendencia de países del altiplano. La discriminación racial en nuestro país toca también esos casos, sin contar guajiros y wayuu, entre los más emblemáticos. Típico escuchar “_________ que no lo hace a la entrada, lo hace a la salida” como que si su color de piel, orígenes o nacionalidad, le diera o le quitara un carácter moral a las personas.

Algunos casos de discriminación racial en Venezuela y el mundo

La historia nos ha dado grandes cachetadas de discriminación, y unas más grandes de la lucha en contra de ella. Aquí te relatamos algunas:

Tommie Smith, Jhon Carlos y el Black Power

El suceso fue después de la prueba de 400 metros lisos durante los juegos olímpicos de México de 1968, donde ambos entraron al podio. Una vez ahí, levantaron sus puños con guantes negros, el saludo “Black Power”, un homenaje a la lucha por los derechos civiles de la población afroamericana.

Dani Alves les dio en la madre

Ya se ha hecho costumbre ver a personas estúpidas, ligero adjetivo, en las gradas de los estadios de fútbol arrojando cambures a futbolistas morenos. Este horrible gesto la mayoría de las veces ha sido ignorado por los profesionales del balón. En algunos casos se han retirado indignados de la cancha, con lagrimas en los ojos. Otra veces han respondido a preguntas posteriores de periodistas, o han comentado sus opiniones en sus redes sociales. Sin embargo, el brasileño Dani Alves marcó un hito cuando en cancha del Villareal un aficionado le lanzó un cambur y Dani, sin darle mayor importancia, lo recogió, se lo comió y siguió jugando. Toda una cachetada a los idiotas que se hacen los graciosos.

Louis Armstrong en Venezuela

En diciembre de 1957, el astro mundial de la trompeta vino a Caracas a una gira por varios de los más destacados recintos de la cultura en ese momento. El caso es interesantísimo, y da para un artículo que seguramente haremos en otra oportunidad. El asunto es que cuando iba al hotel Tamanaco, dirigido entonces por estadounidenses, el encargado del mismo le negó habitaciones, con la excusa de que estaban totalmente llenos. Ante tal acción, un grupo de periodistas, entre ellos Oscar Yanes, amenazó con hacer bulla por semejante grosería, hecho que hizo que la cadena hotelera rectificara y diera alojo a Louis y a toda su banda. Así son las cosas.

Candelaria ya estás colando

A Soraya Sanz, una de las actrices más destacadas en la historia de la televisión venezolana, le costó mucho, muchísimo, llegar a ser valorada por su talento, por sus bondades y capacidades. Como ella misma me ha dicho “además de pobre, era negra, así que imaginate tú”. Soraya solo podía acceder a papeles de una persona servil, los nuevos métodos de esclavitud. Y si no la recuerdas, por un asunto generacional, seguramente si recordarás uno de los jingles más famosos de la publicidad en Venezuela, “por el aroma yo lo sé (…)”. En ese spot publicitario vemos a Soraya vestida de sirvienta, así mismo, sirvienta haciendo café para una familia blanca, ojitos claros y cabellos lacios.

Un par de ejemplos nada más las historias que se viven a diario en las calles de la humanidad.

DesdeLaPlaza.com/Gabriel Ramírez