La puntualidad

El venezolano en el mundo se caracteriza por ser una persona muy alegre, chalequeador y rumbero, para algunos este perfil de los panas de Venezuela podría ser muy llamativo a la hora de entablar una amistad, pero para lo que nos concierne en la vida como emigrante, y me refiero a que te fuiste pal ’carrizo en busca de una mejor educación o empleo, para progresar, esta descripción ya desde el inicio está en tu contra a menos que vayas a trabajar en una discoteca o como animador de eventos.

Existe también algo que, al venezolano como individuo, le cuesta mucho adaptarse al momento de emigrar a otro país o continente, por ejemplo, si hablamos de Europa o Norteamérica, donde cada minuto cuenta, y no es nada más que la puntualidad, estamos claros que el horario venezolano no es de los más respetados, la popular frase “voy en camino” cuando apenas te estás levantado, la famosa excusa de “me agarro una cola” y el infaltable, para los que vivimos en Caracas, “hubo un arrollamiento en el metro” son características muy mal arraigadas en nuestra cultura, y que en otros sitios no tienen ninguna otra respuesta que, una puerta cerrada y perdiste la clase, o un descuento del salario por culpa del suicida en el metro.

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Esa palabra, puntualidad, habla tan bien de ti como un par de zapatos bien pulidos, son pequeños detalles que marcarán una gran diferencia en tu desenvolvimiento dentro de cualquier ámbito de la vida, es algo a lo que te tendrás que acostumbrar, quieras o no, porque de lo contrario, recoja sus cuatro cachivaches que usted aquí no tiene vida, aprenda a levantarse temprano o cómprese una bicicleta para que las colas no sean una excusa diaria.

Esto que te escribo es una realidad, en Venezuela cada vez más se implementan mecanismos para controlar los horarios de llegada y salida del trabajo, es algo muy útil, pero no podemos permitirnos que ese perol que lleva el tiempo se vuelva nuestro enemigo a vencer cada día, al contrario, hay que aprender a usar cada segundo como nuestro aliado, y no podemos perderle el paso porque es irrecuperable, aprovéchalo, adminístralo y ya vas a ver como tu vida da un giro inesperado y a tu favor, no en vano se dice que “al que madruga dios lo ayuda” pero el también está full con sus cosas y por eso te toca poner de tu parte y despertar temprano para que llegues puntual.

DesdeLaPlaza.com/ José Miguel Sequera