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Comunicación asertiva en la pareja

Conversar en pareja, ¿por qué es tan complicado sentarse y dialogar con la pareja esos temas cotidianos e inclusive los de la cama? Mantener una comunicación asertiva permite una mejor convivencia y armonía en el amiente familiar.

Les sorprenderá lo sencillo y quizás obvio que suenan las cosas, pero si en realidad fuera tan simple, tan sencillo y tan obvio la mayoría de las parejas no asistirían a las consultas por problema de comunicación y entendimiento entre ellas.

Lee más: Vivir en pareja y no fracasar en el intento

Pensamos que aquello que decimos es supremamente claro para el otro, y que este ve las cosas tal y como nosotros las vemos, nos parece tan obvio, que creemos que se cae de su peso, y de esta manera actuamos.

Pero esto que nos parece tan claro, no lo es así. Cada quien ve las cosas, desde su perspectiva, desde sus experiencias y en resumen, desde su particular modo de hacerlo, y en ocasiones es completamente diferente a como lo ve su interlocutor.

Vivir en pareja, no significa que tengamos que pensar lo mismo ante las diferentes situaciones que se nos presentan en la vida. Saber discutir es un arte, es un regalo que nos puede ayudar en la vida.

Di lo que piensas de la manera más clara, honesta y positiva que puedas. No tengas miedo a hablar por lo que el otro pueda pensar. A veces damos por sentado que nuestra pareja sabe, supone o se imagina lo que nos está pasando, y probablemente no tenga ni idea.

Enfócate en cómo este problema está afectando a la relación. Habla en primera persona y cuéntale cómo te sientes. Por ejemplo: “Me entristece que ya no hagamos el amor con tanta frecuencia porque te sigo deseando como el primer día”.

Antes de hablar, hazte tú mismo un examen personal para entender tus propias emociones y motivaciones. Puede parecer tedioso llevar un diario de tus emociones y sentimientos, pero peor aún es pasar meses, incluso años, sin poder hablar de lo que sientes con quien compartes tu vida.

No todos los momentos son adecuados para discutir todos los temas.
Busque que ambos estén tranquilos, que dispongan del tiempo suficiente para hacerlo. Si es un tema álgido suele ser de gran utilidad elegir un ambiente neutro, e íntimo fuera de casa.

Es muy efectivo, porque ninguno de los dos perderá el control en este tipo de lugares y ambos tratarán de mantener el tono cordial, el respeto y los buenos modales. Cosa que es indispensable a la hora de discutir.

Preste atención, escuche activamente lo que su pareja le dice.
No anteponga sus pensamientos, ni sus ideas, no se precipite, pretendiendo “saber”, que es lo que le quiere decir.

Gritamos cuando las cosas se salen de nuestro control, lo hacemos en un intento de validar nuestros débiles argumentos. Y de obtener así la razón.

Cuando la charla se hace larga se pierde el foco y ambos pierden también la atención. Es muy importante ser concretos e ir al punto.

Debes recordar siempre que tu pareja no necesariamente piensa igual que tú, y la primera reacción de cualquier ser humano sobre un tema desagradable nunca es la más acertada ni refleja a cabalidad su postura al respecto. Hasta es posible que no puedan llegar a un acuerdo en ese momento, y deban continuar la conversación luego, cuando tu pareja haya tenido tiempo de analizar mejor el problema.

Recuerda que si quieres paciencia y comprensión hacia ti, debes demostrarlas tú primero; así propiciarás un reflejo empático en tu pareja.

Si logramos que la comunicación en la relación de pareja sea abierta, honesta, de respeto y asertiva, también se debería lograr en el área sexual. Si nos cuesta hablar de lo que sentimos y queremos, se vuelve más difícil el poder hablar de sexualidad, por ser un tema censurado, y donde causa más miedo el hablar por las reacciones y críticas que se pueden dar.

El tener comunicación sexual no es con cuántas personas se ha tenido intimidad o sobre la frecuencia o tamaños. Tener esta comunicación hará que se tenga más confianza en pareja y se dejen los miedos del sexo a un lado. Es mucho más importante, en este tema, el hablar en primera persona, el conocer mi cuerpo, el identificar gustos propios y saber transmitir el mensaje. No ordenando, sino explicando por qué se quiere algún cambio o mejora.

Aprender a comunicarse de manera efectiva es difícil y requiere de la voluntad de ambas partes, pero no te desanimes porque es posible

DesdeLaPlaza.com / Rina Morales Mera – Orientadora En SexologiaTw: @Rinamoralesmera

 

 

 

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