Obama presiona para que se llegue a un acuerdo con Grecia

Varios elementos se han conjurado en los últimos días. Por un lado, «la fuerte presión de Estados Unidos. Sin eso no estaríamos así», reconocen en Bruselas. Obama cree que el acuerdo debe de ser inminente y por mediación de su secretario del Tesoro, Jack Lew, que está en Dresde para la reunión del G7 quiere salir con el tema resuelto. «Todo el mundo necesita doblar los esfuerzos y tratar el próximo plazo como si fuera el último plazo y resolver esto. El ir de plazo en plazo lo único que hacer es aumentar el riesgo de un ‘Grexident'», advirtió el norteamericano.

Y es que EEUU es consciente de lo mucho que está en juego y del peligro de un foco de inestabilidad en la zona cuando Rusia multiplica sus intereses y presión en la región. Quiere alejar a Moscú de Atenas y de los Balcanes, y así lo explicó ayer jueves en Dresde, donde el rescate heleno fue tema principal.

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Lew ha apretado las tuercas, como ya hiciera Timothy Geither en 2012. No sólo a los países, sino al propio FMI. El Fondo no quiere participar en el próximo programa griego. Atenas también quiere quitárselos de encima, pero el BCE prefiere contar con su presencia. El miércoles, también por primera vez, el nuevo negociador en jefe heleno, Tsakalotos, reconocía que hay charlas «secundarias» en marcha sobre el tercer programa, un secreto a voces en Europa.

El FMI sólo participa en los programas de ayuda y rescate si tiene la ‘certeza’ de que el dinero prestado va a ser devuelto. Y cree que en el caso griego no va a ser así y, sobre todo, que no debería ser así. Los economistas del Fondo, con Olivier Blanchard a la cabeza, han dicho a sus colegas de la Troika que con los datos de las Previsiones de Primavera de la Comisión Europea, que subieron en 10 puntos, hasta el 180%, la estimación de deuda griega a finales del año, es imposible que no haya quitas.

DesdeLaPlaza.com/El Mundo.es/AMH