¿Paramilitarismo en Venezuela?

En mayo de 2004 fue desmantelado éste campamento paramilitar en Venezuela

Tras el asesinato del diputado revolucionario Robert Serra, el ministro para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, informó que «según las primeras experticias realizadas y basados en el principio de la máxima experiencia de investigación criminal, inferimos que no se trata de un hecho azaroso cometido por la delincuencia común”.

El ministro venezolano, que aparecía ante las cámaras horas después de confirmar el crimen contra el diputado y su compañera, leyó un comunicado, no improvisó, dijo con precisión la información que requería la opinión pública, se levantó de su silla y se fue.

Mientras leía el comunicado expresó: Estamos en presencia de un homicidio intencional, planificado y ejecutado con gran precisión, según las evidencias observadas (…) la comisión del hecho se desarrolla en un tiempo de entre 15 y 20 minutos y utilizando un arma de tipo punzo penetrante, la cual produjo la muerte por choque hipovolémico (hemorragia) en ambas personas.

Ya lo más importante había sido asegurado por las autoridades, no se trata de hampa común.

Horas más tarde, desde Colombia, el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper (Ex presidente de su país), catalogó el asesinato del parlamentario venezolano Robert Serra y su compañera, María Herrera, como «una preocupante señal de infiltración del paramilitarismo colombiano» en Venezuela”.

Y aunque los paramilitares y la parapolítica son dios terribles fenómenos que aquejan a la sociedad colombiana, la canciller de ese país, María Angela Holguín se apuró a cuestionar a Samper.

Pero no fue el Secretario General de Unasur el único en considerar que el asesinato de Serra no fue un evento fortuito. En un artículo titulado “Los héroes de nuestra época”, el líder cubano escribe: no podría jamás creer que el crimen del joven diputado venezolano sea obra de la casualidad (...) este hecho se ajusta absolutamente a lo previsto y anunciado por los enemigos de la Revolución Venezolana.

Paramilitarismo en Venezuela

En Venezuela hace rato que paramilitarismo forma parte del debate político interno. Quien estas líneas escribe, cubrió la captura de irregulares colombianos en una hacienda cercana a Caracas, el 9 de mayo de 2004.

Cristina González, periodista de oficio y profesora de la Universidad Central de Venezuela, cree que lo expresado por el ex presidente colombiano se ajusta a hechos ocurrido en suelo venezolano.

“Lo que hicieron contra Robert Serra y María Herrera es exactamente un crimen horrendo, igual que el perpetrado contra Eliecer Otaiza. En mi opinión, obedecen a amenazas del paramilitarismo. Es su accionar clásico. Recordemos que en Colombia 3 mil dirigentes jóvenes de la Unión Patriótica fueron asesinados por irregulares, lo que equivale a un verdadero genocidio”.

Recuerda Cristina González que desde Venezuela se ha denunciado repetidas veces, la relación de elementos internos con el ex presidente Álvaro Uribe, acusado de fomentar y mantener a grupos paramilitares.

“Matar a 3 mil dirigentes jóvenes, es una masacre, un crimen de lesa humanidad. Eso lo hemos visto en Colombia. Y lo que viene ocurriendo son hechos característicos de estos grupos criminales. No se puede descartar la relación que dirigentes opositores venezolanos mantienen con Uribe. Incluso hay que mirarlo a través de la amenaza que el diputado Carlos Berrizbeitia hizo a la bancada revolucionaria, pocos días antes del asesinato de Serra: Tienen sus días contados” .

Los grupos paramilitares que se usan desde Colombia para operar contra la revolución bolivariana, estima la profesora González, son parte “del mismo brazo armado que utiliza Estados Unidos en Ucrania, Afganistán e Irak. Esos paramilitares que vienen a Venezuela son manejados por Uribe Vélez. Los asesinatos de Otaiza y Serra han querido hacerlos pasar por hampa común, es decir como los tristemente famosos falsos positivos”.

DesdeLaPlaza / Ernesto J. Navarro