Game of Thrones cerró sexta temporada con festival de muertes

Que un personaje fallezca en Game of Thrones no es sorpresa en ninguna temporada, pero el final de la sexta temporada nos dejó un verdadero festival de muertes. Mención especial merece la familia Tyrell, que terminó prácticamente extinta luego de un plan bien elaborado por parte de Cersei Lannister.

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La mayor de los Lannister apostó por una vieja reliquia escondida en las catacumbas de Desembarco del Rey: el fuego valirio. Detonando una nada humilde cantidad del combustible, voló por completo el Septo de Baelor y con ello se llevó a toda la fe militante, incluyendo al Gorrión Supremo; también dejó en jaque a la familia Tyrell al sofocar a Margaery, Loras y su padre Mace. Altojardin se queda bien golpeada para lo que queda de camino.

Qyburn y sus recién adoptados «pajaritos», colaboró con este festival de muertes, al acabar con la vida del Maestre Pycelle. Por supuesto, era necesario borrar todo rastro de la vieja corte del Rey y tener así a su lado a un apoyo incondicional.

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Y , dada su fascinación con el fuego valirio, sí vale agregar que tuvo un final impactante para toda la fanaticada de la serie: aunque previno a su hijo y Rey, Tommen, de acercarse al Septo, no pudo evitar que el pequeño monarca se suicidara al ver que su ineptitud llevó a tal desenlace.

La venganza de Arya Stark

El entrenamiento de Arya Stark en el Templo del dios de muchos rostros rindió frutos y tras plantar pie nuevamente en Poniente, la loba menor retomó su lista de asesinatos pendientes y ahora tachó de la lista a Walder Frey, el autor de la Boda Roja.

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Frey tomó la vida de su hermano mayor Robb y de su madre, Catelyn; pero Arya consumó su venganza haciendo que el viejo regente de Los Gemelos se comiera a dos de sus hijos en un pastel para luego degollarlo, no sin antes quitarse la máscara de una sinuosa joven que le servía. Después de todo, una niña se llama Arya Stark pero sabe también cómo ser nadie.

Aunque queda mucha tela que cortar y tendremos que esperar otro año, el Trono de Hierro quedó a merced de Cersei Lannister. La flamante reina de Poniente -aunque no sabemos por cuánto- se coronó por un festival de muertes y, seguramente, sea defenestrada por otro festín sangriento, cuando Daenerys arribe a las costas de la fortaleza roja con una flota de envergadura, tres dragones y el consejo de su hermano menor, ahora mano de la reina por venir.

DesdeLaPlaza.com/SHV