La carne en vara en peligro de extinción

La carne en vara es una especialidad de los llanos venezolanos que se logró expandir por todo el territorio nacional, carne jugosa que se deshace en la boca, se cocina lentamente con esa técnica especial y la paciencia del cocinero, que con su olor atrayente te hace detener a mitad de carretera para sentarte a comer entre música criolla y aroma de leña, acompañado de yuca y guasacaca y hasta un poco de picante, sillas de cuero de vaca y madera, es toda una cultura, toda una manera de ser, así es que se come nuestra carne en vara, así somos los venezolanos, simples, des-complicados, sin refinamientos, pero con sabor del bueno, aunque también es cultura de las grandes ciudades, con un poco más de confort pero en esencia lo mismo.

Todo esto corre el riesgo de perderse, una vez más el amor por las culturas foráneas se apodera de espacios importantes de nuestro país, ahora empezó la moda de los restaurantes de carnes disque al estilo brasilero, están proliferando y al mismo tiempo están desapareciendo los de carne en vara, y me pregunto si la oferta es también carne en vara ¿por qué ponerle nombres brasileros, por qué cambiar la cultura, por qué acabar con lo nuestro?, se supone que una de las diferencias es que tienes lo que llaman un salad bar (barra de ensaladas) donde puedes tomar el acompañante de tu plato en las cantidades que quieras, entre ellos ensaladas variadas, salsas y otros, si es esa la diferencia por qué no buscar la manera de que siga siendo venezolano pero con una manera mas práctica de prestar el servicio.

El esnobismo y la moda atentan contra nuestra cultura, pero lo que más atenta contra nuestra esencia es la poca identidad, el poco sentido de pertenencia hacia lo nacional y venezolano de parte de nuestros empresarios, que con el cuento de refinar y mejorar lo nuestro nos han ido apartando del camino, han ido borrando lo que somos.

También nosotros como consumidores hemos sido entrenados para ser sorprendidos con las modas, hemos sido preparados para borrar nuestra historia y asumir como nuestro todo lo que venga en otro idioma o con sello importado.

Me gustan los asadores brasileros, pero en Brasil, aquí en Venezuela se debe cuidar y apoyar lo nuestro, no pretendo hacer que despreciemos propuestas diferentes, pero ¿despreciar lo nuestro? ¿reducirlo? ¿opacarlo? ¿por qué?

Si de verdad queremos tener un país desarrollado debemos empezar por amar lo que somos y mejorarlo en vez de sustituirlo, debemos hacer que nuestra cultura resalte, debemos amarnos sin condición, porque el que desprecia lo suyo jamás podrá desarrollarse.

DesdeLaPlaza.com/Rómulo Hidalgo