La nueva cocina venezolana debe ser auténtica

Aquí hay con que y con quien, debemos ya dejar de creer que gastronomía son catas de café y de vinos al estilo europeo, seguimos con formatos impuestos, creyendo que ser refinado, culto y con clase es aprender términos con los cuales poder debatir de vinos, café y «vanguardias», la gastronomía en Venezuela debe ir más allá de los simples clichés, debe traspasar las fronteras de lo banal para llegar al punto de aportar al cambio de conductas de consumo.

La Nueva Cocina Venezolana debe ser sincera, no puede ser una fachada que garantice solamente más clientes por estar a la moda, quienes la practiquen deben ser cocineros realmente identificados con lo que significa ser venezolano, con nuestra historia gastronómica, con nuestro potencial productivo, no puede ser un disfraz de ají dulce y cilantro, debe ser una actitud verdadera hacia la venezolanidad, no un refinamiento ni europeización de nuestras costumbres, ni una copia mas de lo que esté de moda.

La Nueva Cocina Venezolana tiene que ser una filosofía de vida, de aprender a aprovechar lo que tenemos a la mano, de descubrir lo que llevamos por dentro, de sentirse orgulloso de lo que uno tiene y de lo que uno es, una filosofía de vida que puede aportar algo al cambio global de las costumbres de consumo que pide a gritos la humanidad y el planeta, este es un estilo de cocina que no debe pretender vender ciertos productos o cocineros, es el estilo de cocina que simplemente le pide a cualquier cocinero del mundo que trabaje en función de la soberanía alimentaria de su propio país, que busque el recurso que su terruño le ofrece, que incentive a la producción de alimentos autóctonos de su región, que se dé el valor que merece, que ayude a detener la avanzada global de las trans-nacionales de alimentos.

Estas empresas globales solo buscan someter a la humanidad a través del control de los medios de producción de alimentos, hacen lo posible para llevarnos a una cultura global donde todos comeremos lo mismo en todo el planeta, tarea que han venido desarrollando con paciencia, ocupando los anaqueles de nuestros supermercados con las mismas marcas y productos en cualquier parte del globo terráqueo, exportando solo las culturas que ellos creen que deben expandirse, usando sus medios de comunicación para lavarnos los cerebros y convertirnos en simples consumidores de lo que ellos venden, por estas razones la nueva cocina venezolana debe practicarse como una filosofía de vida para que ayude al desarrollo de nuestra nación y por qué no del planeta.

DesdeLaPlaza.com/Rómulo Hidalgo