Intrépidos pescadores: usan bote de remos y arpones para cazar ballenas

Desde sus casas encaramadas en las faldas de un volcán, sus pobladores miran fijamente las aguas del océano Pacífico. Se dispara un chorro de agua y los gritos de «baleo» comienzan a hacer eco por la montaña: acaba de aparecer una ballena.

Esto es Lamalera, un pueblo de dos mil habitantes y una de las últimas comunidades que cazan ballenas en la forma tradicional, con arpones y cuerdas.

Usan métodos similares a los occidentales del siglo XIX, cuando los barcos viajaban enormes distancias en búsqueda de ballenas, mucho antes de que algunas de sus especies se acercaran al borde de la extinción.

Cuando se acercan a las ballenas, apagan los motores y reman.

El peligro para los lameranos que cazan no es la pelea a muerte que describe Herman Melville en su famosa novela Moby Dick. «Pese a que tienen mucha experiencia (…) había todavía esa sensación de que estaban en un severo peligro», dice el escritor y explorador Will Millard, que pasó un mes en Lamera.

La caza fue «horrible» de ver como occidental con ideales conservacionistas, explica. Pero a diferencia de la de escala industrial, donde los animales son capturados con facilidad y procesados en niveles insostenibles, Millard siente que al menos se trataba de una «pelea justa».

«En Lamalera, sientes que el equilibrio de poder está del lado de la ballena hasta muy cerca del final», afirma. Después de que la primera ballena es avistada, comienza una carrera loca hacia el agua. El primer barco en arponear el animal se lleva la mejor porción.

En la proa de cada embarcación está el lama fa, el líder arponero.

Un «lama fa» experimentado es muy respetado. Un lama fa experimentado goza de enorme respeto porque la precisión de su puntería determina el éxito de la caza.

Algunas familias son conocidas por producir buenos lama fa, otros tienen que labrarse el camino hasta conseguir ese puesto como achicador de agua o vigía.

«Verás jovencidos, de seis, siete u ocho años, tirando pequeños aros al mar», explica Millar. Practican el saltar al agua y acertar en el aro con el arpón.

DesdeLaPlaza.com/AP/AMH

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