Cine Clásico: Luis Buñuel, más allá del bien y del mal

Luis Buñuel nació en España pero vivió una temporada en México donde realizó parte importante de su obra

La historia sobre las circunstancias que dieron origen a Viridiana (1961) la cinta de Luis Buñuel protagonizada por Silvia Pinal y Francisco Rabal no tiene mucho de artística y prueba que algunas veces las grandes películas pueden nacer por razones peculiares. 

La actriz mexicana Silvia Pinal la ha contado infinidad de veces en diversas entrevistas.

Su esposo, el para ese momento comerciante (dueño de mueblerías) Gustavo Alatriste le ofreció ayudarla en lo que ella quisiera. Por amor, por agradecimiento, quien para ese momento era su marido puso a su disposición sus medios económicos. Pinal, que ya era una estrella de cine y había filmado con los directores y estrellas más importantes, le manifestó que su mayor deseo era hacer una película con Luis Buñuel, quién se encontraba en España. Al poco tiempo la pareja viajó para conversar con el director. Meses después inició la filmación de Viridiana.

El éxito y la polémica para la película no se hicieron esperar. Recibió la Palma de Oro en Cannes. Sin embargo, la censura de Franco ordenó la destrucción de la cinta. Silvia Pinal tuvo que llevarse una copia escondida a México. En España solamente pudo exhibirse casi veinte años después de su filmación.

Silvia Pinal en Viridiana

Buñuel fue un provocador que supo captar el mundo bajo su peculiar óptica. Debido a su estilo “poco comercial” necesitó en muchos momentos de su carrera financistas, gente que apostara por sus proyectos, como en este caso lo hizo Gustavo Alatriste.

A través de su cine Buñuel propone un recorrido lleno de audacia, frescura y sentido del humor por la naturaleza humana. Sus películas nos permiten apreciar universos contradictorios donde la irracionalidad y la cordura aparecen juntas.

El director nacido en 1900, te hace ver lo convencional de un modo distinto. Eso con lo que te tropiezas todos los días tiene un sentido diferente en sus ficciones. Sus películas más que historias son propuestas, hipótesis que transforman la mirada que puedas tener de la realidad. Siempre hay sorpresa en ellas y esta puede ser quizás una de las características principales de su cine: no aburre,  conmueve para bien o para mal.

Buñuel, que era español, hizo cine en México. En este país realizó algunas de sus mejores películas.

Él (1953) protagonizada por Arturo de Córdova y Delia Garcés es un buen referente de este período. Las contradicciones y los matices del personaje que interpreta Arturo De Córdova (Francisco Galván) introducen al espectador en el mundo emocional de los protagonistas.

Como Juan Pablo Castel, héroe y villano de El Túnel de Ernesto Sábato, el protagonista de Él vive en un mundo donde sus alucinaciones se mezclan con la realidad. Esto no lo sabemos desde el principio. Su transformación sucede paulatinamente ante nuestros ojos. La locura de Francisco va creciendo junto a la curiosidad que genera el giro de los acontecimientos.

Esta ficción muestra algunos de los temas que más generan interés en su cinematografía. La religión vista desde un punto de vista crítico. La doble moral, la hipocresía, los espejismos que generan en la sociedad “el deber ser” o “lo correcto”, ambos conceptos que, como podremos observar en la cinta, para Buñuel representan un ejercicio de pedantería.A estos temas vuelve en Viridiana y en otros de sus largometrajes.

En su autobiografía, Mi último suspiro, Luis Buñuel afirma: “creo no haber rodado nunca una sola escena que fuese contraria a mis convicciones, a mi moral personal”, esto explica la coherencia y sentido que podemos apreciar en todas sus películas, más allá de las diferencias argumentales y estéticasque podemos encontrar en ellas.

¿Por qué hablar de Buñuel en 2019? Porque es un buen momento para recordar la inteligencia de un hombre que puede ayudarnos mucho si miramos con atención su obra invaluable.

@luisauguetol

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