La La Land (2016) La Ciudad de las estrellas

Damien Chazelle, director de “Whiplash” (2014) ha hecho otra película sobre su pasión: la música.  En esta época, hablar de originalidad –en cualquier ámbito- es un poco absurdo, ni siquiera las ideas que creemos más elementales nos pertenecen del todo. A los seres humanos nos gusta robar, arrebatamos opiniones, formas y gestos constantemente, sin embargo, cuando se hace con pasión en el cine, el resultado es una cinta como esta, que se alimenta de todo lo anterior, pero transformándolo en algo nuevo. La La Land (2016) favorita para ganar el Óscar, es un musical que sabe jugar muy bien con las cartas tradicionales del género, pero a la vez posee momentos que hacen que la película sea totalmente moderna.

Aquí no hay escenas empalagosas, ni de una dulzura extrema, por el contario, diría que hay mucha realidad en las más de dos horas que dura este filme sobre la música, el arte y el placer de vivir haciendo lo que más te gusta.

No hay nada más humano que tener aspiraciones y dudas. Si deseas lograr algo siempre tendrás miedo de no conseguirlo, todos hemos estado ahí: cuando fracasas te sientes estancado y solo.

En La La Land, Mía (Emma Stone) y  Sebastián (Ryan Gosling) tratan de seguir sus sueños partiendo desde cero, como todos. Chazelle usa las referencias básicas de un género en apariencia muerto y enterrado, para construir una historia de amor, fama y fortuna que tiene mucho de reflexiva y armoniosa.  “La La Land” no es un musical al estilo de “Funny Girl” (William Wyler) protagonizada por Barbra Streisand en 1968, tampoco  se parece mucho a los que hacia Vincente Minnelli,  sobre todo porque el mood de la película de Chazelle es el 90% del tiempo alegre, incluso cuando ocurren situaciones poco felices.  Y esto se agradece, esta es una cinta para sonreír y no por eso es boba, es una película para ser feliz, pero no por eso es intrascendental, es un filme para sentirse a gusto y no por eso es fácil. Es un espectáculo para los sentidos.

La banda sonora de Justin Hurwitz llena de inspiración y emotividad a la película que no decae en ningún momento, quizás porque tiene eso que algunas cintas poseen: un sano balance entre el fondo y la forma.  Me gustó la naturalidad con que los actores asumen sus roles y sobre todo la química que tienen entre sí. Su fotografía también genera una sensación de placidez.

A nivel temático comparte ideas con la película anterior del director, “Whiplash”  sobre todo nos hace la misma pregunta: “¿qué estas dispuesto a hacer para alcanzar el éxito?” En “Whiplash“ la respuesta es un tanto amarga, en “La La Land” descubriremos que aunque los sueños pueden cumplirse no siempre todo pasará como esperas, ya que   –desafortunadamente- casi siempre son mejores en nuestra imaginación que en la realidad.

“La La Land” es una  hermosa cinta con música, un  homenaje al cine y a todo aquello que extrae lo mejor que hay en el ser humano.

@luisauguetol

Luisa Ugueto

Lic. en Letras. Crítico de Cine.
"La curiosidad es insubordinación en su más pura forma" V. Nabokov