Especial de Halloween: ¿Por qué nos gusta el cine de terror?

¿Por qué necesitamos pasar dos horas con ansiedad y miedo legítimo frente a la pantalla?

 

¿A qué edad viste tu primera película de terror? La primera de mi vida la vi a los 6 años, quizás antes. Siempre me ha gustado este género. Recuerdo que a los diez estaba enamorada de Jason Voorhees, el chico que murió ahogado en el lago Cristal y volvió de la muerte para matar a todos. Me gustaba verlo perseguir a la gente con su máscara.

Me encantaba la sensación de miedo que generaba. Era emocionante pesar que en cualquier descuido saldría de la pantalla y vendría por mí. Aunque también estaba segura de que todo era ficción y por lo tanto esa posibilidad era poco probable.

No soy la única a la que le encanta este género. Las películas de terror gozan de una gran popularidad. El ser humano ama asustarse, gritar y esconder la cabeza entre las manos cuando ven una cinta. Sobre todo los más jóvenes.

Pero, ¿por qué? ¿Por qué necesitamos pasar dos horas con ansiedad y miedo legítimo frente a la pantalla? Hay gente que la pasa muy mal viendo cine de terror. Particularmente, con el paso del tiempo las crisis de ansiedad que me generan estas cintas van en aumento. Sin embargo, sigo siendo devota.

“Las películas de terror no crean el miedo, lo liberan”, decía Wes Craven, creador de clásicos como Pesadilla en la calle del infierno o Scream.

Según el director, las cintas de terror expulsan nuestros temores. Liberan la ansiedad porque en el fondo todos vivimos un poco asustados. Nos mantienen inmersos en un mundo fantasioso donde es posible vencer a los malos. Aunque vuelvan para asesinarte una y mil veces.

La ansiedad y el miedo que forjan esas historias irreales nos ayuda a drenar el terror que nos acompaña en la realidad cada día.

Buscamos asustarnos porque lo necesitamos, porque la vida nos aburre, porque el miedo también es útil. Nos ayuda a valorar los momentos de paz.

¿Será esto cierto?

Tal vez que una de las canciones más populares de la historia se llame Thriller podría ser otra prueba del interés que tenemos por lo desconocido.

A la  afirmación de Craven, añadiría que el cine de terror es altamente entretenido, es intenso. Además, la mayoría de las veces está lleno de metáforas. Está fundamentado en peligros y crímenes de la realidad.

¿Quién es Freddy Krueger después de todo? Un violador de niños. ¿Quién es Leatherface? Un asesino en serie. La realidad a menudo es mucho más dura que la ficción, el peor cine de terror lo vemos en los noticieros.

Quizás precisamente por eso lo disfrutamos tanto. Es una forma irreal de sentir el riesgo al que estamos expuestos. Tal vez es un modo de hacerle frente y cultivar el valor.

@luisauguetol