¿Está la cultura entre los No Alineados?

Seguro que sí. Este significativo grupo de países no es simplemente una sumatoria de formaciones sociales con sus correspondientes perfiles nacionales. Es la unidad en la diversidad de culturas que tienen en común pugnar por un mundo mejor y por alcanzar la superación definitiva del capitalismo como forma de producir, distribuir y consumir bajo condición es de explotación de los seres humanos proletarios.

Pero, también es común entre esta diversidad de culturas –es decir- entre esta diversidad de pueblos- la lucha desde la trinchera contrahegemónica, para superar el pensamiento único y la cultura única, emanada desde el imperio del capital.

La coincidencia entre la realización de la Cumbre de países No Alineados en Venezuela y el desarrollo de un debate público entre –por ahora- un pequeño sector de revolucionarias y revolucionarios venezolanos, a partir de un artículo, escrito y publicado por el camarada Roy Chaderton (“¿Hasta cuándo el apartheid llanero o la ‘jaladera’ cultural?”) revela la profunda coincidencia entre estos dos conceptos (me refiero al concepto cultura, como huella que construye memoria para la humanidad y al concepto “No alineados” como expresión política, trascendental y de clase, de lucha por la descolonización y la multipolaridad de esa misma humanidad).

Es por eso que, cuando hoy Venezuela asume la presidencia del Grupo de Los No Alineados y también la anfitrionía desde la isla de Margarita, capital del estado Nueva Esparta, durante cinco días consecutivos (13 al 18 de septiembre), al lado de los debates por impedir que nuestros pueblos se perpetúen “de abismo en abismo” (recordemos a nuestro Hugo Chávez al referirse a las cumbres mundiales), es importante avanzar en el debate de ideas, a través del pensamiento crítico y el deber contrahegemónico de vencer –también- en la episteme del “cerebro” de la revolución liberadora del dominio capitalista.

El desafío, vencer a la burguesía y a su ideología dominante. El propósito inmediato, lograr una mínima unidad de objetivos entre los países no alineados y sus culturas, así como la forma que estas asumen para expresarse.

Por ello retomo aquí algunas ideas ya expuestas públicamente, a partir del artículo arriba citado y de las propuestas para continuar y profundizar el debate.

1º) Lo llanero o la llaneralidad como expresión reduccionista y aplanada de la multiplicidad cultural venezolana: “Nuestro Comandante Supremo Hugo Chávez era llanero (lo sabemos) y Roy Chaderton Matos (lo acaba de confesar), también. Uno de Barinas y el otro de Guárico. El primero, en el ejercicio de su liderazgo político-revolucionario y en funciones de Presidente de la República, pudo haber sentido la tentación de pensar en el lanzamiento de una Misión Cultura, para que todo el mundo en Venezuela, cantara y bailara uno de los tantos joropos que hay en nuestra tierra, particular ente el que es expresión de la tierra donde nació. Sin embargo, Chávez crea la Misión Cultura para fortalecer la pluriculturalidad que es característica de nuestra patria y que está definida así en nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Chaderton, en el artículo de marras, defiende el legado de nuestro Comandante eterno, en una concepción que quizá él sienta sometida a peligro por el lanzamiento de un movimiento que pudiese ser perpetuador del “apartheid llanero o la ‘jaladera’ cultural””.

2º) La importancia de perseverar en la lucha contrahegemónica, como parte de la lucha cotidiana y sus diversas formas o expresiones, en los campos político, social, económico y militar: “Es posible que –a partir de aquí- los sectores de la derecha oposicionista en Venezuela y algunos acríticos militantes izquierdistas de nuestro país, quieran desviar este incipiente (o todavía en deuda) debate sobre el tema cultural en la Revolución Bolivariana y Chavista, reduciéndolo al simplismo politiquero de “maduristas vs antimaduristas”, con los consabidos descalificativos, además. Sin embargo, hay que seguir adelante. Por mi parte, retomo el fondo del camarada Chaderton y la preocupación y propuesta del camarada Barbarito, acerca de la necesidad de un “debate colectivo” para “acompañar a las voces que como uno, aman esta patria y entienden a la Revolución Bolivariana como la gran oportunidad de descolonizarnos definitivamente”

3º)Finalmente, investigar y derrotar las desviaciones coyunturales (no olvidemos que la denominada IV República en Venezuela, no es otra cosa sino una desviación coyuntural de casi 100 años de existencia: 1830 – 1999) relativas a manejos dolosos, de amiguismos, corrupción o –sencillamente- equívocos tácticos: “Creo que el alerta polémico de Roy, además de cuestionar excelentemente, los elementos colonizadores, «nacionalistas», de rancia politiquería perejimenista y también adeca, nos invita a investigar acerca del clientelismo, el amiguismo y la corrupción, que pudieran estar detrás de ciertas “propuestas” que contribuyen a perpetuar la colonización en el pensamiento y en los actos… ¡Vamos al debate!

Ilustración: Xulio Formoso