El gran conflicto: Libertad vs Poder

Estamos condicionados por nuestro ambiente. No vivimos solos, no podemos aunque queramos, la interacción, el compartir son necesidades tan fundamentales como comer o beber agua. Sin embargo, para convivir debemos ceder espacios de libertad individual, hacer cantidades de pequeñas concesiones para mantener la armonía, llegar al consenso. Pero ¿quién determina qué o en qué situación debemos rendir nuestros deseos? No existe una respuesta correcta a esta pregunta, cambia al mismo ritmo que nosotros.

Condiciones para la libertad

En cualquier sociedad existen reglas, implícitas y explícitas, para la convivencia. Dichas reglas se establecen por consenso, sea por aceptación de un orden preexistente o por acuerdo entre sus integrantes, pero ¿qué pasa cuando uno de los miembros cambia de opinión? ¿Qué pasa si no estamos de acuerdo con las normas que definen nuestro entorno? Puede ser realmente frustrante. Cuando estas son rígidas o demasiado estrictas, podemos sentirnos asfixiados, pero si son muy flexibles tendremos caos y anarquía.

Lo cierto es que la libertad es un concepto abstracto y subjetivo que toma la forma que queramos darle. En distintas épocas se ha luchado por alcanzar nuevos derechos y libertades, hoy no es diferente, es una marcha imparable que se dirige hacia el horizonte de la utopía.

 Libertad vs Poder

El economista austriaco Murray Rothbard llamaba «el gran conflicto» a la lucha entre la libertad del individuo y el control que requiere el poder. Con la invención de Bitcoin las personas tienen acceso a una herramienta que facilita el consenso y, en muchas maneras, ofrece la oportunidad de conquistar nuevas libertades.

Veamos, la Blockchain permite establecer acuerdos de intercambio con cualquier persona, o incluso objeto, en cualquier lugar del mundo. Esto es posible porque utiliza protocolos de consenso que garantizan la seguridad de las transacciones ¿a qué me refiero con esto? Pues, a que no necesitas conocer o confiar en la otra persona, no necesitas un intermediario que respalde el intercambio.

¿Cómo funciona? Simple, se trata de total y absoluta transparencia. Cuando digo transparencia me refiero a que todas las personas que participan de la Blockchain pueden ver las transacciones y los movimientos de activos y dinero que se realizan. Esto evita que una persona o un grupo pueda tomar decisiones sin que el resto lo sepa. Además, todos los participantes que validan las transacciones tienen poder de voto. Para resumirlo de forma sencilla, es como que todos los que respaldamos la red recibamos una notificación cada vez que se realiza un intercambio en ella y debamos revisar y aprobar, si cumple con las condiciones. De igual forma, si quisiéramos cambiar las reglas y la manera en que opera el sistema es necesario tener la aprobación de la mayoría de los participantes. Estos participantes que validan las transacciones y tienen poder de decisión son los mineros.

Tipos de consenso en Blockchain

El consenso en Blockchain es la manera en que se logra dar seguridad y orden a los trámites. Cada vez que enviamos criptomonedas de una wallet (cartera) a otra ocurre un proceso de validación por consenso. Esto significa que los validadores (mineros) registran la transacción y la aceptan. No es posible cambiar un registro sin modificar los demás, por eso es inmutable. Sería necesario que los mineros acordaran, entre todos, los cambios para luego ejecutarlos.

Vamos a enfocarnos en dos tipos de protocolos de consenso, que son los más usados.

Proof of Work (PoW) o prueba de trabajo:

Es la tradicional minería. Consiste en aprovechar el poder de procesamiento de una computadora o máquina especializada y resolver problemas matemáticos muy complejos. El objetivo es asegurar que la transacción sea irreversible e inmutable. Este proceso consume mucha energía eléctrica, porque los problemas a resolver son cada vez más difíciles y se requiere mayor procesamiento (máquinas más rápidas y más potentes).

PoW es el protocolo de consenso que usan Bitcoin, Ether y muchos más para asegurar su Blockchain. Es, por mucho, el más usado. Para muchos especialistas es la forma más segura y mejor probada, pero presenta desventajas:

  • Lentitud: Al menos el 51% de los mineros (nodos) deben validar cada transacción; más nodos = mayor tiempo de validación. Mientras más grande se hace la red, también se hace más lenta. Una transacción en Bitcoin, que es la criptomoneda más popular, puede tardar horas en ser validada. No sirve para pagar el desayuno en el cafetín.
  • Crecimiento: Además de tener transacciones cada vez más lentas, consume más energía con el crecimiento de la red. Se estima que la red de Bitcoin ya consume tanta electricidad como un país pequeño (les recuerdo que hay apenas unos 6 millones de usuarios activos de criptomonedas).

Para ambos problemas ya se han propuesto soluciones. En el caso de la lentitud, Bitcoin implementó la Lightning Network (Red relámpago). En cuanto al consumo eléctrico, se trabaja en nuevos hardware más eficientes que puedan operar con menos electricidad.

Proof of Stake (PoS) o prueba de participación:

Este tipo de consenso pide que, en lugar de utilizar poder de procesamiento y electricidad se use dinero para validar las transacciones. En este caso no se solucionan problemas matemáticos complejos, sino que se «apuesta»o se invierte una suma de dinero. Quien ponga la mayor cantidad, válida la transacción y se queda con la comisión (¿les dije que había una comisión, verdad?). La persona que invierte el dinero puede perderlo si trata de romper las reglas del sistema. Muchos llaman a este tipo de consenso el de «los ricos se hacen más ricos». Con esto se resuelven los problemas de velocidad y de consumo eléctrico. La principal desventaja del PoS es que se incentiva a no gastar la moneda para poder participar en la toma de decisiones de la red. Se considera que, al concentrar el poder de decisión en los nodos con más dinero se centraliza la red.

PoS es usado por criptomonedas como NEO y, parcialmente, por Dash, que usa un protocolo de consenso mixto, es decir, PoW y PoS.

El conflicto

Hay quienes abogan por Blockchains centralizadas en función de tener mayor velocidad de transacciones y bajo consumo de recursos. Otros, creen que debe trabajarse para garantizar la máxima transparencia y participación. Seguramente, será difícil encontrar una solución que haga felices a todos. Sin embargo, actualmente existen proyectos de cripto desarrollados con criterios que atienden ambas preocupaciones. Una de las cosas más bonitas del mundo cripto es que hay proyectos de todo y para todos y, si no encuentras uno que te guste, es software libre y puedes crear tu propia propuesta. Un efecto positivo de la diversidad. Para mi, esa es la libertad a la que deberíamos aspirar.