Vamos a dialogar de nuevo y propongo este tema con el que título mi nota de hoy. No es mi propósito intercambiar lecciones de gramática y mucho menos si se atraviesa cualquier académico sancionador, de esos que comenzarán por argumentar que ya la hache no existe en nuestro abecedario.
De pequeños nos enseñaron que la Hache «es muda». Es decir, algo así como una letra con discapacidad, por lo que, en vez de excluirla y mandarla a una «cámara de gas», como lo haría el nazi-fascismo, en Revolución deberíamos dejarla donde está y que se sienta y la sintamos incluida.
Lo cierto es que yo no entiendo un hogar sin hoguera o un foiyer sin fuego. Es decir, hogar que se respeta se escribe con Hache, pero -sobre todo- calienta.
En el caso del huracán el asunto es similar y con Hache, que es como se escribe Hugo, en castellano.
Un huracán es una fuerza tormentosa en la naturaleza, que contribuye al equilibrio de ésta en el planeta. Los huracanes no son «malos» ni «buenos», sencillamente son. Y son necesarios para el equilibrio de las energías eólicas del planeta. Somos los individuos, bajo la hegemonía del pensamiento capitalista, quienes hemos calificado de «catastróficos» «malos» y «terroríficos» a ciertos fenómenos de la naturaleza donde el «antropocentrismo» no cuenta.
Es como la presencia de Hugo en Venezuela, en Nuestramérica, en el planeta. Fíjense que, no por casualidad, también se escribe con hache de huracán.
Al igual que el fenómeno natural del huracán, Hugo entra con naturalidad en nuestras conciencias para conducirnos al necesario equilibrio de los patriotas, de los bolivarianos, pero -sobre todo- de la Humanidad (que también se escribe con Hache) del planeta.
Todo lo anterior puede parecer una excusa retórica para llegar y recordar al Comandante Chávez, cuando se cumplen cinco años de su ausencia.
En realidad, no necesitamos excusas: Hugo está, como el huracán, en el momento preciso y haciendo lo suyo por el equilibrio del planeta.
No por casualidad, en el proyecto Bolivariano, Hugo Chávez incluye con carácter prioritario, en los primeros cinco objetivos estratégicos del Plan de La Patria, Salvar al Planeta.
Salvar al Planeta como propuesta desde Venezuela, donde se lucha hoy por la definitiva independencia de toda forma de dominación imperialista y pensamiento único. Desde Venezuela, donde construimos a diario la Patria socialista como necesario embrión para ese nuevo planeta, salvado de la muerte temprana a la que le ha condenado el capitalismo en sus 500 años de existencia.
Hoy, cuando Chávez no está, pero sigue y nos acompaña en las luchas libertarias para tener un mejor planeta, recordarlo, por la H de su nombre: Hugo, es mi humilde forma de homenajearlo en la convicción de su huracanada fuerza de unidad e independencia.
Ilustración: Xulio Formoso
