¡Se te va a caer la Corona!

La expresión se ha utilizado, en nuestra hablar común, para referirse a las personas pretenciosas que, en sus refinamientos, parecieran correr el riesgo de perder «poder».

En el titular de esta nota de opinión, lo utilizamos en el tono de la bicentenaria profecía comunista que, basada en el auténtico poder organizado del proletariado augura la alborada de una  sociedad nueva que, en solidaridad, se erige sobre la burguesía y el dominio del capital.

Desde Venezuela aportamos nuestra contribución revolucionaria desde el proyecto Bolivariano y Chavista que, convertido en Gobierno, lleva más de 20 años  bajo la guía Constituyente que -estratégicamente- perfilara el Comandante Hugo Chávez como Presidente, desde 1999, junto al Poder Popular organizado política y  militarmente.

Esto es necesario decirlo en el momento cuando nos referimos al derrumbe de la Corona del hegemón, de los autonombrados «amos del mundo» y de sus voceros imperialistas yanqui-sionistas, expresados a través del Gobierno estadounidense y  su figura gubernamental en la actualidad: Donald Trump.

La experiencia revolucionaria que protagoniza el Poder Popular en Venezuela, a través de su Revolución Bolivariana, contiene elementos inéditos, pero una misma esencia de clase proletaria. La coyuntura mundial en la que está se inscribe tiene que ver con el indudable derrumbe de la expresión neoliberal del capitalismo. Necesario es recordar que ese derrumbe está apuntalado, además, por un hecho histórico de relevancia mundial, desarrollado en varias ciudades venezolanas, en 1989, el cual fue identificado mediáticamente como «Caracazo» o también como «sacudón».

La perseverancia popular y la de sus gobiernos, -primero el presidido por el líder Comandante Hugo Chávez y hoy el que encabeza nuestro presidente y también líder actual, Nicolás Maduro– ha desesperado a tal punto a los amos del mundo, que cada reunión anual bajo el ropaje «Bilderberg» les lleva a ordenar que se arrecien las medidas de exterminio, bloqueo, hambruna, asedio, del consecuente pueblo venezolano y de su gobierno de Poder Popular organizado.

De verdad verdad estamos transitando los tiempos definitivos para la caída de la Corona. La misma Corona contra la que resistieron -y en buena medida derrotaron culturalmente- nuestros pueblos originarios enfrentados a la conquista y colonización. La misma Corona que enfrentaron nuestros patriotas con Bolívar, Sucre, Miranda, Ribas, Chirino, Camejo, entre tantas y tantos otros, al frente de las  múltiples y diversas luchas independentistas, hoy memoria Bicentenaria. La misma Corona de saña igualmente imperial -lo decimos sin metáforas- a la que hoy nos enfrentamos con armas político-sanitarias para contribuir a vencer, desde nuestra Patria, la pandemia mundial generada por el Covid-19 o CORONAvirus.

A estas sucesivas luchas se suma la batalla librada por nuestros pescadores, milicianas y milicianos, Fuerza Armada Nacional Bolivariana y cuerpos policiales, en contra del invasor, neoconquistador y neocolono, que pretendió mancillar nuestro suelo patrio con una invasión paramilitar, con mercenarios narcoparacos, procedentes de territorio colombiano y alentada por el Departamento de Estado gringo, el Pentágono y el supremacista Donald Trump, en la vocería más descarada y truculenta del los últimos tiempos imperiales.

Venezuela y el mundo saben que a los amos del mundo se le va a caer la Corona. Estos son los postreros tiempos del dominio imperial y el papel del Poder Popular venezolano es decisivo en esta tarea de liberación y avance en la edificación del socialismo, la sociedad solidaria que Chávez nos enseñó a llamar Patria socialista.

Ilustración: Iván Lira