Los eternos migrantes

Por: José Miguel Sequera

Hablemos un poco del deporte, ya que está muy de moda estos días con todo esto de los JJOO en Rio de Janeiro, y que por cierto,vaprovecho la oportunidad para desearles lo mejor a mis compañeros atletas de las distintas selecciones nacionales que nos representan allá, ¡¡¡Mucho éxito equipo!!!

Se podría decir que un atleta es un migrante constante, casi nómada por el mundo, viajamos sin parar, infinidades de sitios conocemos en estos viajes los cuales nos llevan por casi todo el mundo, una vida «envidiable» para quien ve los toros desde la talanquera. Pero detrás de todo esto existen tantas cosas que muchos ignoran y que los haría pensar 2 y 3 veces el querer vivirlas. En dado caso que supieran cómo en realidad son las cosas por estos lares, retrasos en los vuelos, dormir en aeropuertos, pasar mucho frío o mucho calor, perderse en las ciudades sin saber a dónde ir, y pare usted de contar la infinidad de historias que vivimos los atletas al salir de nuestro país a representar nuestros colores patrios.

Imagínense dejarlo todo con tal de alcanzar ese pedacito de metal tan añorado, todos queremos siempre la medalla de oro, no siempre se consigue, pero cabe destacar que ese esfuerzo titánico que hacemos para demostrar nuestro talento es merecedor ya de todos los aplausos y méritos, vivo cada una de esas experiencias que nos toca en nuestro estilo de vida, conocemos el sabor de la victoria y lo amarga que es la derrota, alegría y tristeza, felicidad por un buen resultado y la decepción de no haber cumplido el objetivo, yo diría que somos un ejército que va a una especie de «guerra» donde estamos propensos a que suceda cualquier cosa, pero nuestra misión es hacer ondear nuestra bandera desde lo más alto del podium.

Tampoco olvidemos las lesiones físicas que nos acompañan en nuestra vida como atletas, dolores musculares, rupturas de huesos, ligamentos, raspones, caídas, golpes en la cara. Señores tenemos para escribir libros enteros con tanto material para narrar, y aún así, existe gente que nos ve como máquinas de hacer medallas y cuando no lo logramos, simplemente nos critican y hasta nos insultan, cosa que nos llena de tristeza porque salimos a dar nuestro todo, para que te sientas más venezolano que nunca y te sientas orgulloso de decirlo.

Soy venezolano, atleta, quiero y amo a mi país, cada gota de sudor derramada, cada lágrima, cada segundo de entrenamiento es para ti mi Venezuela, nuestra Venezuela, somos grandes, somos La Generación de Oro, bautizados así por un ser que también lo dio todo por nosotros. Sintámonos felices, ya no somos la cenicienta del deporte, donde nos paramos nos respetan, hasta miedo nos tienen ya, sigamos defendiendo nuestra bandera, jamás nos rindamos y a los que se atreven a decir que un atleta derrotado es solo una mala inversión, pues que vaya, intente lograr y mejorar todo lo que cada uno de nosotros hacemos sin haber sido derrotado nunca, solo así, podríamos hablar el mismo idioma.

El deporte es la mejor medicina para curar todos los males que azotan nuestro mundo, apoyemos, no sigamos destruyendo lo bonito que es ser atleta.