Ter Stegen, el alemán culé

Ter Stegen jugará este martes su partido más importante como portero azulgrana. La prueba es de las de verdad. Enfrente tendrá a un equipazo como el Bayern que sale con la obligación de marcar tres goles como mínimo a los azulgranas si se quiere meter en la final de Berlín. Y ahí estará este chaval de 23 años, fichado este verano del Borussia, cuya misión será frenar en última instancia el enorme potencial ofensivo de su rival. No será tarea fácil.

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Además, la grada aprieta lo suyo. El Allianz será una olla a presión con casi 70.000 espectadores que se desvivirán por su equipo. Ter Stegen conoce bien este campo de su etapa en la Bundesliga, pero seguramente no lo habrá visto nunca como le tocará vivirlo esta noche.

Ter Stegen no se inmuta. A pesar de su juventud, estos desafíos no le descentran. Ayer iba como siempre. Solo, sonriente y sin dar ninguna prueba de nerviosismo, como si se tratase de un partido más. Ya le ha tocado alguna prueba dura con el Barcelona como fueron las eliminatorias previas ante City y PSG. La previa del partido de Manchester iba tan sonriente y contento como ayer y comentaba que le hacía ilusión jugar su primer partido como profesional en Inglaterra.

Y tampoco le pudo la presión en París, donde unos meses antes había cometido un par de errores que fueron determinantes para que el Barcelona perdiera el único encuentro de esta edición de la Champions.

Manchester y París

En las dos eliminatorias previas, Ter Stegen ha dado pruebas de una gran madurez. No le pudo la presión en ninguno de los dos partidos en los que estuvo a un gran nivel. Encajó dos goles. El primero se lo metió el Kun en una extraordinaria jugada personal en la que nada pudo hacer el cancerbero alemán para evitar el gol. Y en París fue un compañero suyo, Mathieu, el que introdujo el balón en su portería cuando intentaba desviar un disparo de un delantero francés.

Ter Stegen le ha dado la razón a Zubizarreta que fue quien apostó por él cuando muy pocos conocían a este portero alemán que ni siquiera era internacional por su país. Y no sólo le han dado la razón por sus paradas, sino también por la tranquilidad que da al equipo.

Es un portero que encaja perfectamente en la filosofía Barça al jugar muy bien con los pies. Se convierte en un líbero a la hora de sacar el balón jugado al más puro estilo Neuer. Y su personalidad está fuera de toda duda. Cuando ha cometido un error ha sabido sobreponerse como si se tratara de un portero muy experimentado.

DesdeLaPlaza.com/Marca/AMB