Uruguay salió a respaldar a su jugador, uno de los más queridos de «la celeste«, pero más que el apoyo, el pueblo y el propio gobierno uruguayo que han ido a recibir y expresar solidarias muestras de cariño a Luis Suárez, quieren plantar cara a la FIFA porque consideran que la sanción – a su juicio excesiva- sólo es uno más de los manejos oscuros de esa Federación, que ha quedado expuesta en este Mundial, no sólo por las protestas en Brasil, cuyo clamor general es contra la FIFA, sino tras los escándalos que se han descubierto con el Mundial de Qatar y las denuncias lideradas por Diego Armando Maradona.
El jugador, quien decidió quedarse en la casa de su progenitora, salió con sus dos hijos a dar las gracias a todos sus compatriotas.
Incluso el exfutbolista Diego Maradona lució en su programa del Mundial una camiseta con una frase de apoyo a Luis Suárez y al comentar la sanción que le ha impuesto la FIFA se preguntó con ironía ¿A quién mató? y si no sería conveniente que lo confinaran en la base naval Guantánamo.
El Ministro de Defensa uruguayo, Eleuterio Fernández Huidobro, fue más allá al afirmar a periodistas que «hay poderosos intereses detrás del fútbol, intereses monetarios muy grandes» y recordar que la FIFA está «denunciada por todo el escándalo relativo al mundial de Qatar, que es público y notorio».
La FIFA suspendió a Suárez por nueve partidos oficiales y cuatro meses de cualquier actividad vinculada con el fútbol por haber mordido este martes al italiano Giorgio Chiellini en partido por la Copa del Mundo.
Con banderas de aliento o carteles donde se podía leer: «Luis, todo Uruguay está contigo» o «FIFA corrupta. Luisito te bancamos», los aficionados mantuvieron la vigilia en la terminal aérea por varias horas, pero la demora en la llegada del jugador hizo que se fueran retirando del lugar.
El máximo goleador de la Celeste y de la Premier League regresó a Uruguay en un vuelo privado en la madrugada de este viernes y pasado el mediodía tomó contacto con los hinchas por primera vez desde su llegada.
