El bloque proconsulta afronta la «semana decisiva» sobre el 9N

Artur Más en meeting en Catalunya

Es la «semana decisiva» para conocer si, finalmente, el 9 de noviembre se celebrará o no la consulta. Esta es, cuando menos, la expectativa que abrieron las formaciones del bloque soberanista -CiU, ERC, ICV-EUiA y la CUP- después de que en la última reunión mantenida, el pasado jueves en el Palau Robert, no alcanzaran ningún acuerdo en este sentido y se dieran unos días más de tiempo para intentar conseguirlo. Un acuerdo definitivo que tendrá que rubricarse en un nuevo encuentro entre el presidente de la Generalitat y los líderes de los partidos proconsulta, que algunas fuentes apuntan a que podría desarrollarse hoy mismo o, en todo caso, en la primera mitad de la semana, ante la evidencia de que el margen de maniobra que ofrece el calendario es cada vez más escaso.

El Govern ha seguido estudiando las alternativas a la consulta suspendida por el Tribunal Constitucional para poder votar el día 9 de noviembre, pero hasta ahora sin ningún resultado concreto, bien por la complejidad técnica de ponerlas en práctica, bien por qué el conjunto de partidos soberanistas no están dispuestos a aceptar según qué sucedáneos que, a la hora de la verdad, devaluarían la votación. Los contactos entre todos ellos han continuado en las últimas horas, en un intento de encontrar una salida que no se presume fácil, porque, de hecho, a medida que avanza el tiempo las posiciones parecen, en realidad, distanciarse. ERC, por ejemplo, se mantiene en su tesis de no dar por perdida la consulta del 9 de noviembre e ICV, en cambio, ya ha empezado a plantear la posibilidad de aplazarla. Sea como sea, la decisión en un sentido u otro parece inminente.

El conseller de Presidència, Francesc Homs, fijó el día 15, es decir el miércoles, como límite para saber si el 9 de noviembre se podría votar o no. Y algunas formaciones, por otra parte, ya han empezado los preparativos internos para tomar la decisión correspondiente. Es el caso de ICV, partidaria de que la consulta se celebre sólo si tiene las garantías democráticas necesarias, que en principio se propone convocar un consejo nacional a mitad de semana para fijar su posición sobre el desenlace de la situación. La mejor muestra de que el calendario apremia es que los plazos inicialmente previstos para la celebración de la consulta van decayendo uno detrás de otro.

Desde la Plaza/La Vanguardia/AMH