En Venezuela si existe el feminicidio

Si lo buscas en el Diccionario de la Lengua Española (DRAE), seguramente te saldrá “la palabra feminicidio no está registrada en el Diccionario”. Sin embargo, se refiere al asesinato evitable de mujeres por razones de género.

En otras palabras, la muerte violenta de una fémina en manos de un hombre motivado por el sexismo y la misoginia. No tiene nada que ver con muerte por robo, por ejemplo.

Si bien es cierto que tanto insultos, gritos, amenazas, golpes y asesinatos son maltratos contemplados en la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que tiene como fin prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en cualquiera de sus manifestaciones. También es cierto que el feminicidio no está legislado en el código penal venezolano pero, existe y en América Latina es especialmente grave.

La abogada y directora de la Defensa para la Mujer del Ministerio Público, Mayerlith Suárez, señaló en entrevista concedida a Desde La Plaza que “gracias a investigaciones y estudios realizados se están tomando medidas positivas para prevenir y erradicar la violencia de género”.

Para ello, el 25 de marzo del año en curso, se realizó la primera discusión en la Asamblea Nacional (AN) para la incorporación de este delito en la ley venezolana, que fue aceptada por la comunidad en consultas. En Bolivia, México, Ecuador, Perú y Costa Rica, el feminicidio está enmarcado en su código penal.

El feminicidio es un hecho “aberrante, monstruoso… no se le puede seguir diciendo “homicidio”, no hay que naturalizarlo», destacó la jurista.

La propuesta penal para este delito es de 25 a 27 años de prisión. De igual modo, enmarca el “feminicidio por conexión” (red de trata, prostitución y/o esclavitud). Además, de incluir en el pensum académico la cátedra de «Educación con igualdad» desde el kinder hasta la universidad, con el fin de romper con el esquema cultural que la mujer tiene que estar subordinada al hombre.

Casos de feminicidio en Venezuela 

 

La directora de la Defensa para la Mujer del Ministerio Público subrayó que “no se debe limitar la lucha en solo leyes y reconocimientos legislativo, tiene que ir de la mano con la educación familiar y escolar”

Por otro lado, las organizaciones no gubernamentales que trabajan en el ramo comentan que, carecen de los recursos necesarios para asumir una empresa de tal calibre.

Así mismo, Gabriela Linares, directora de Fundación Centro de Atención a la Mujer (Cordemun), asegura que la ley no se cumple, por lo que recomendó crear programas que prevengan la violencia contra las féminas.

«Muchos hombres maltratadores quieren cambiar, por lo que hay que incluirlos a ellos en la solución del problema», destacó Linares, al tiempo que señaló la importancia de educar y crear voces multiplicadoras de información, realizar charlas en comunidades, trabajar la autoestima, sensibilizar a la población y entregar material alusivo al tema.

Cambiando paradigmas

Hay que frenar estigmas como: “es problema entre marido y mujer”, “sino le gusta que se vaya”… Se tiene que dejar de ver como una circunstancia privada. Mientras pensemos que la violencia hacia la mujer es problema de otros y no de cada uno de los ciudadanos, será más difícil erradicar los feminicidios.

De acuerdo con la directora de Cordemun la violencia afecta a la familia y la comunidad; baja la autoestima, aumenta el trastorno mental, estrés, angustia, nervios, y pérdida de valores. Es decir, se trata de salud pública.

Linares, hace llamado a los entes gubernamentales para promover los derechos de la mujer y especial apoyo a las fundaciones que prestan su colaboración.

Igualmente,  invita al órgano receptor atender todos los casos, sin necesidad que la víctima llegue en pésimas condiciones.

“El silencio es el mayor cómplice de la impunidad”. 

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 Desde La Plaza / SE