Estudiantes conocen la majestuosidad oculta de la Asamblea Nacional

Ingresar al Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo es una experiencia que todo venezolano curioso de las memorias de su país debe vivir. Con tan solo cruzar sus puertas, es inevitable cohibirse ante la grandeza de las obras artísticas que arropa y que seguramente muchos hemos admirado solo en los libros de historia.

Al entrar,  la atención se centra en el lienzo que cubre al majestuoso techo abovedado, que gracias al pincel de Martin Tovar Tovar, recrea el cruel pero victorioso escenario de la Batalla de Carabobo, y enaltece la labor de Libertador Simón Bolívar.

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Poco parece el tiempo para observar todos los detalles que componen la obra, antes de sentirse intimidado la mirada de 34 próceres de la patria, cuyos inmensos retratos dan vida a las paredes y parecen resguardar con recelo el original del Acta de la Independencia, que yace en un arca en el centro de la sala.

“La Asamblea Nacional guarda cuadros de valor incalculable, que incluso podrían superar el precio de la misma edificación” se le escucha decir a la guía del recorrido a los 60 estudiantes de diferentes escuelas de la Universidad Santa María, que impecables para la ocasión, visitaron este viernes la sede del parlamento venezolano.

La experiencia forma parte del programa de recorridos guiados que inició a finales del pasado enero y que cada viernes recibe a estudiantes de diversas instituciones educativas de todo el país.

Con una duración de casi dos horas, los visitantes logran conocer los espacios más imponentes del palacio y su relevancia histórica, como el Salón de Los Escudos, que engalanada con modernísimos muros de un tono turquesa al  inmenso lienzo alegórico y lleno de simbolismo  de Pedro Centeno Vallenilla titulado ‘Venezuela recibiendo los símbolos del escudo nacional’.

También el Salón Tríptico que debe su nombre a la obra de Tito Salas, en la que se puede apreciar tres momentos cumbres de la vida de Bolívar: el Juramento en el Monte Sacro de Roma al centro, El Paso de Los Andes; y a la derecha, y la Muerte del Libertador en Santa Marta, Colombia.

El recorrido culmina con la visita al Hemiciclo de debate, donde los visitantes pueden ocupar los puestos de los curules e incluso seleccionan a la presidencia de la cámara y pueden iniciar un pequeña discusión, que concluye con la aprobación unánime de muchas sonrisas, risas y aplausos.

DesdeLaPlaza.com /ABD