El congresista que más hizo para que se aprobara la controvertida Ley Patriótica -que autoriza, entre otras cosas, el espionaje electrónico masivo de la NSA– puede acabar en la cárcel y con su carrera de lobbyista multimillonario destruida debido a una investigación que ha sido posible, precisamente, gracias a ese texto legal.
No es un político cualquiera. Es Dennis Hastert, el republicano que ha ejercido de presidente de la Cámara de Representantes durante más tiempo en la Historia de EEUU: ocho años. Llegó al cargo de rebote, en 1998, cuando su predecesor, Robert Livingston, tuvo que dimitir después de que el empresario del ‘porno’ y los clubes de ‘strip tease’ Larry Flint le destapara un escándalo de infidelidad. Y allí siguió Hastert hasta enero de 2007.
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Ahora es el turno del escándalo sexual de Hastert. Porque el ex presidente de la Cámara de Representantes de EEUU -que es el tercer cargo institucional más alto del país, tras el presidente y el vicepresidente- podría haber pagado durante años hasta 3,5 millones de dólares (3,2 millones de euros) a una persona -posiblemente, un hombre– cuyo nombre no ha sido hecho público para que no hablara de «una conducta inapropiada» de Hastert en el pasado.
El ex presidente de la Cámara, con la ayuda de su esposa, sacó ese dinero en cantidades siempre inferiores a los 10.000 dólares, en la esperanza de que el FBI no lo detectara. Y, después, mintió a los investigadores acerca del destino de esos fondos. Ambos delitos le pueden salir por 10 años de cárcel.
Ahora bien, ¿qué constituye «conducta inapropiada»? Nadie lo sabe. Pero la prensa recuerda que Hastert, antes de entrar en política, fue dos cosas. Una profesor de instituto. Y otra, entrenador de lucha libre. De hecho, en EEUU se da por hecho que el ex presidente de la Cámara tuvo una relación homosexual con un menor en ese periodo. Hastert, que iba a ir al juzgado mañana a que leyeran los cargos contra él, ha visto aplazada la vista en una semana.
DesdeLaPlaza.com/El País.es/AMH