México se debate en llamas mientras Peña Nieto "vuela" a China

Peña dejó  «un México en llamas», tanto metafórico como real. El país intenta asimilar la última versión oficial presentada por el gobierno sobre el caso Iguala, una mezcla de horror y esquizofrenia que por un lado da por muertos y calcinados a los 43 estudiantes pero por otro, los sigue considerando ‘desaparecidos’ porque no hay pruebas de que los únicos restos encontrados (una bolsa con cenizas) correspondan a  ellos.

Un grupo de maestros del estado mexicano de Guerrero ha atacado la sede del Partido Revolucionario Institucional  (PRI) en Chilpancingo. El suceso causó enfrentamientos con la policía estatal cuando los agentes intentaron detener a los manifestantes.

Respecto a la violencia callejera que vive México en protesta por la desaparición de los 43 normalistas, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, ha asegurado está «verdaderamente dolido» por la tragedia de los estudiantes de Ayotzinapa. Peña Nieto ha justificado su ausencia del país alegando, a través de su portavoz, Eduardo Sánchez, que no podía perder la oportunidad de promover las inversiones durante su viaje a China y Australia.

«No se puede exigir justicia actuando con violencia«, dijo el presidente en una escala en Alaska en la que defendió la importancia de su viaje. «Sería irresponsable no venir, vengo en representación de los mexicanos», dijo.

Intereses comerciales

Pero los mexicanos parecen priorizar otras cosas. «No es sensato ni prudente, y menos aún congruente con el sufrimiento de los familiares que se ausente», dijo el coordinador del PRD en el congreso, Miguel Alonso. «No creo que el viaje tenga tal trascendencia para poner en riesgo al país. No es tan urgente ir a hablar con los chinos«.

«La exigencia social está centralmente dirigida a él y no debe buscar en el viaje a China una fuga, una manera de evadir una responsabilidad que tiene», indicó, por su parte el senador del PAN Javier Corral.

Pero el gobierno ha insistido en que el viaje era un compromiso adquirido que no podía anularse y que serviría para «la construcción de una imagen que genere en México» empleos e inversión, dijo Meade.

Ese interés en anteponer la imagen a las cuestiones de seguridad y derechos humanos es lo que indigna a las familias de los 43 desaparecidos y a la sociedad civil en general que ya prepara nuevas actos de protesta para que se haya justicia por el caso Iguala.

Desde La Plaza/El Nacional/MB