‘No soy un ‘perroflauta’. Quieren tapar la voz del ciudadano crítico’

Primero se metió en la cuenta de Facebook de la alcaldesa de Güímar (Tenerife). Seguidamente escribió una parrafada torera criticando a la regidora y diciendo que los miembros de la Policía Local eran una «casta de escaqueados». Luego le dio al botón de publicar. Y justo seis horas después -toc, toc- tenía a dos agentes llamando a la mismísima puerta de su casa.

-¿Quién es?

-Veníamos a multarle por lo que ha puesto en internet.

El primer multado por la nueva Ley de Seguridad Ciudadana en España no es un encapuchado que grite frente al Congreso. Ni ha quemado un contenedor. Ni ha levantado una barricada junto a la casa del ministro. Qué va. El primer multado por la llamada Ley de Seguridad Ciudadana en España es un agente comercial licenciado en Historia y con un máster en formación del profesorado al que el 22 de julio pasado se le ocurrió criticar a la Alcaldía.

-¿Qué ha dicho usted? -le preguntamos a Eduardo Díaz, 27 años.

-Nada. No soy un perroflauta. No estoy a favor de que se insulte a la Policía, jamás les faltaría el respeto. Pero creo que, como ciudadano que paga impuestos, puedo opinar sobre una acción de Gobierno.

La sanción oscilará entre los 100 y los 600 euros. A Eduardo se le escucha parco, bajo y lejos. Ahora calla a ratos. La llaman Ley Mordaza por cosas como ésta.

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Esta historia arranca cuando el Ayuntamiento de Güímar (PP, 19.000 habitantes) anunció que trasladaría a la Policía Local desde su sede actual hasta el espacioso Patronato de Servicios Sociales. En una localidad con alrededor de un 40% de paro, en un lugar donde los jóvenes titulados tienen que emigrar, en un sitio llamado olvido, medio pueblo se removió en el asiento con la noticia.

DesdeLaPlaza.com/El Mundo.es/AMH

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