Israel le declara la guerra a Obama

El ministro de Defensa de Israel, Monshe Yaalon, se ha especializado en agredir verbalmente a Estados Unidos en reiteradas ocasiones, y de manera un tanto eufórica, no para de criticar la política exterior que emplea el país, que es uno de los más estrechos aliados del estado judío, con declaraciones que el departamento de Estado ha considerado como «insultantes», «subversivas» e «irrespetuosas».

El presidente Barack Obama es el blanco predilecto de Yaalon, pero también lo son el secretario de Estado, John Kerry, y el secretario de Defensa, Chuck Hagel; es decir, la administración demócrata en su conjunto. Y en Washington no saben qué hacer con él y tampoco hay ninguna indicación de que el primer ministro Benyamin Netanyahu vaya a prescindir de su más estrecho colaborador.

Por el contrario, en ciertos círculos políticos se considera a Yaalon como el candidato perfecto, el mejor situado para ocupar el puesto de primer ministro, en el caso de que por algún motivo, que no se ve en el horizonte, Netanyahu se vea forzado a abandonar el cargo.

Esta semana durante una conferencia que ofreció Yaalon en la Universidad de Tel Aviv, denunció la política de la Casa Blanca con respecto a Irán, un país que es el objetivo de Israel desde hace muchos años.

Yaalon dijo que ahora que Washington está negociando con Teherán ha quedado claro que Israel no tiene aliados para hacer frente a ese enemigo. No es la primera vez que los líderes israelíes se expresan en esta dirección, pero sí que es la primera vez que lo hacen de una manera tan abrupta, pública y descarnada.

Las negociaciones entre las potencias occidentales e Irán sobre el programa nuclear fueron reanudadas en Suiza al día siguiente, así que Yaalon no divisó una mejor oportunidad para explicar que Israel debe llevar a cabo un ataque contra Irán, aunque este no cuente con el visto bueno de Estados Unidos.

En Washington sus palabras fueron interpretadas como una agresión contra Obama, pero fue una vez más el secretario Kerry quien descolgó el teléfono para protestar ante Netanyahu y pedirle que desautorizara a su número dos y le pidiera que «deje de hacer declaraciones de ese tipo».

La respuesta no se hizo esperar por parte de Israel, y al día siguiente, el titular de Haaretz decía: «Netanyahu ordena preparar un ataque contra Irán durante 2014», lo que indica que las palabras de Yaalon no deben interpretarse como un exabrupto puntual o casual sino que responden a una meditada política de su gobierno.

La política empleada por Washington es en cualquier caso ambigua. Por un lado realizan declaraciones conciliatorias con respecto a los iraníes, pero por otro mantienen una fuerte presión y proveen a Israel con armas muy avanzadas.

Y no todo se reduce a una retórica combativa por parte del gobierno de Netanyahu, sino que el principal lobby judío en Estados Unidos, el AIPAC, dirigido desde Tel Aviv, azuza a la administración por todos los medios a su alcance, que no son pocos. También esta semana, 85 de los 100 senadores americanos han exigido a Obama que renuncie a la política conciliatoria con Irán y pase a los hechos.

Esta no es la primera vez que Yaalon arremete contra la administración de Washington, hace dos meses declaró en un foro cerrado que fue grabado sin su conocimiento que Kerry es «mesiánico y obsesivo», y que estaría bien concederle el premio Nobel de la paz para que deje de inmiscuirse en el conflicto entre israelíes y palestinos.

En 2002 llamó a los palestinos «cáncer», y agregó: «hay quien dice que deberíamos amputarlos, pero de momento yo estoy aplicando la quimioterapia». Luego les llamó «virus». Después reveló que había considerado asesinar al entonces presidente iraní Mahmud Ahmadineyad, además de mostrarse partidario de atacar a Irán para acabar con la revolución islámica.

Yaalon actualmente ocupa los cargos de viceprimer ministro y ministro de Defensa,  y aunque en algunas ocasiones ha estado a punto de ser detenido en varios países occidentales con relación a sus actuaciones militares, es el político que ahora mismo tiene más proyección de futuro en Israel.

Desde La Plaza/Público.es/COM