La violencia ha caracterizado marchas opositoras al centro de Caracas

La convocatoria que el pasado sábado hizo el secretario general de la autodenominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) , Jesús «Chuo» Torrealba, a una marcha desde La Hoyada a la Asamblea Nacional, en el centro de Caracas, el próximo 5 de enero, ha generado alertas debido al historial de violencia característico de las movilizaciones organizadas por la oposición hacia esta zona de la capital donde se encuentra la sede del Gobierno de Venezuela y de instituciones de Estado.

El director del diario Últimas Noticias, Eleazar Díaz Rangel, manifestó su preocupación por tratarse de una convocatoria que se realiza luego que el chavismo llamara el 26 de diciembre de 2015 a una marcha también en el centro de la ciudad en defensa de las leyes revolucionarias que forman parte de las conquistas populares alcanzadas durante los primeros 17 años de Revolución Bolivariana.

«A pesar de la movilización del chavismo que habrá el martes en torno a la Asamblea, no se esperaba que se produjeran hechos de violencia porque la MUD, prudentemente, no había convocado hasta ayer a sus partidarios al acto de instalación», advirtió el periodista en su columna semanal Los Domingos de Díaz Rangel, publicada hoy en el diario de circulación nacional.

El alerta de Díaz Rangel se produce en atención a los desenlaces violentos propios de las marchas, protestas y concentraciones convocadas por la derecha en el centro de Caracas.

Basta recordar los sucesos del 11 de abril del 2002, cuando líderes de la derecha en connivencia con medios de comunicación, condujeron a miles de venezolanos al Palacio de Miraflores, para una emboscada que culminó en asesinatos cometidos por francotiradores pagados por los dirigentes del golpe de Estado contra el comandante Hugo Chávez.

En otras oportunidades, la derecha ha realizado convocatorias de calle sin mucho éxito, pero con finales violentos. Tal como sucedió hace pocos meses, cuando el 12 de febrero de 2014, Leopoldo López activó el plan golpista La Salida, ola de vandalismo que sólo ese día dejó un saldo de dos personas asesinadas y la destrucción de la fachada del Ministerio Público, en el centro de la ciudad capital.

«La Salida», que se extendió hasta junio de 2014, también promovió violencia y terrorismo en las calles, a través de las llamadas guarimbas. Como saldo, 43 personas resultaron asesinadas, se atentó contra la vida de niños y trabajadores y se impidió el derecho al libre tránsito, con la colocación de guayas y otros elementos en vías principales.

Tomado de AVN