Según forenses Pablo Neruda no murió de cáncer

Según la conclusión de un panel de forenses chilenos e internacionales, Pablo Neruda no murió de cáncer como reza la versión oficial en ese país por la que existe la posibilidad de que «terceros» hubieran intervenido.

«Lo que es rotundamente cierto, al 100%, es que el certificado (de muerte) no refleja la realidad del fallecimiento«, dijo en conferencia de prensa el experto forense español Aurelio Luna.

El Premio Nobel de Literatura 1971 falleció en una clínica de Santiago el 23 de septiembre de 1973, pocos días después del golpe de Estado con que el general Augusto Pinochet derrocó al gobierno de Salvador Allende.

La versión oficial indica que Neruda murió a causa del cáncer de próstata. Aunque los forenses confirmaron que Neruda lo padecía, consideran que no suponía riesgo de vida.

Los restos del poeta fueron examinados por forenses de Canadá, España, Francia, Dinamarca, Estados Unidos y Chile. Las conclusiones del panel fueron entregadas al juez Mario Carroza, encargado de la investigación judicial que desde 2011 intenta esclarecer la verdadera causa de su muerte, luego que el Partido Comunista -en el cual militaba Pablo Neruda- presentara una denuncia.

«No tenemos la determinación de que hubo intervención de terceros, sino que hay la posibilidad de que sí hubo intervención de terceros», dijo el juez Mario Carroza. Agregó que la conclusión definitiva la tendrán tras estudiar de forma detallada una bacteria hallada en una muela.

«Tenemos la alternativa de que también pudiese ser una muerte natural si no se confirma lo de la toxina«, dijo.

El testimonio del chofer

El principal argumento del Partido Comunista se centró en el testimonio de Manuel Araya, chofer y asistente personal del poeta, quien declaró que Pablo Neruda fue envenenado por agentes del gobierno de Pinochet.

Por orden del juez Carroza, el cuerpo del poeta fue exhumado el 8 de abril de 2013 y en noviembre de ese año un primer grupo de expertos descartó la hipótesis de muerte por envenenamiento. Sin embargo, el juez mantuvo abierta la investigación y ordenó nuevos exámenes al considerar que los resultados no eran concluyentes.

En octubre de 2015, los familiares dijeron públicamente que a Neruda le inocularon una bacteria llamada «estafilococo dorado», altamente agresiva y resistente a la penicilina, que solo se produce en laboratorios.

Los restos de Neruda permanecen actualmente en una de las casas del poeta ubicada en la localidad chilena de Isla Negra.

DesdeLaPlaza.com/BBC/KM