Vladimir Putin reconoce retraso en infraestructuras mundialistas y lo considera “inaceptable”

Tras supervisar las maquetas de las infraestructuras de los nuevos estadios que están siendo construidos y que serán sedes para el próximo mundial de fútbol ‘Rusia 2018’, el presidente ruso Vladimir Putin, consideró “inaceptable” retrasos en su culminación.  

Junto con los gobernadores de las regiones en las que se encuentran las 11 ciudades sede, donde se celebra el mundial, Putin reconoció lo retrasos y mencionó: «La cuestión más actual es la preparación de las infraestructuras. Para empezar, los retrasos en los preparativos para el Mundial son inaceptables».

Así mismo, el presidente ruso recalcó que: «En general, todo es muy satisfactorio, pero, de todas formas, existen algunos retrasos», y llamó a los gobernadores a no «relajarse» y pensar que «ya está todo hecho».

Por su parte, el viceprimer ministro y presidente de la Unión de Fútbol de Rusia (UFR), Vitali Mutkó, aseguró que los retrasos «no tienen una carácter crítico».

El estadio de Samara

Tal y como lo pudo comprobar la agencia Efe en una gira por los estadios organizada por la FIFA, el centro de todas las críticas es el estadio de Samara, donde se celebrará uno de los cuartos de final, según reseñan varios medios internacionales.

Al respecto, las autoridades se han escudado en las nuevas exigencias de la FIFA, factores climáticos y la complejidad del proyecto, pero la prensa habla directamente de negligencia, ya que el plazo de entrega es diciembre de este año.

A esto se suma los problemas de transporte, ya que, a diferencia de otras ciudades, el aeropuerto está lejos de la ciudad.

Es por ello que Vladimir Putin urgió hoy a revisar el plan de uso de las infraestructuras deportivas después del Mundial tomando en cuenta la experiencia de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi e insistió en que la cantidad de entradas baratas debe ser «la máxima posible».

Como en todos los Mundiales o Juegos Olímpicos, el legado de Rusia 2018 es una de las principales preocupaciones de las organizaciones, pero se trata de una intriga que no se resolverá hasta que concluya el torneo.

Algunos estadios, como Yekaterimburgo y Saransk, reducirán su aforo hasta los 30.000 asientos, ya que sus equipos ni siquiera figuran en la máxima categoría del fútbol nacional, mientras ciudades como Sochi ni siquiera tienen tradición futbolística.

Según la mayoría de expertos, Rusia encara la recta final de los preparativos para el Mundial de fútbol con la lección bien aprendida de los errores cometidos por Brasil, con cinco estadios ya listos.

El plazo límite para la inauguración de los estadios es mayo, ya que la FIFA quiere que acojan varios partidos de liga rusa o amistosos antes del Mundial y, de hecho, el 9 de mayo de 2018 la final de la Copa de Rusia se celebrará en Volgogrado, según reseña la agencia ‘EFE’.

DesdeLaPlaza.com/Agencias/RS