Billy Elliot (2000): Canto a la solidaridad

Este largometraje dirigido por Sephen Daldry, se desarrolla en el contexto de la huelga de mineros del Reino Unido que transcurrió entre 1984 y 1985. Cuenta la historia de un jovencito irlandés cuya familia enfrenta grandes penurias pues tanto su padre como su hermano son mineros y líderes sindicales que están comprometidos con la huelga.

Billy, huérfano de madre, es un jovencito temperamental y muy sensible expuesto a diversas dificultades producto de la precaria situación económica de su familia, la ausencia de la figura maternal, el carácter duro (aunque amoroso) de su padre e incluso la represión que se respira en las calles, por parte de los organismos cohercitivos del Estado.

En medio de sus contingencias, Billy recibe el llamado de la aventura bajo una forma particularmente complicada, pues descubre al presenciar una clase de ballet que éste le resulta mucho más útil para gestionar su ira que las lecciones de boxeo en las cuales le ha inscrito su padre. Ahí comienza el duro camino de Billy quien luchará por defender su arte, su destino. El contexto evidentemente no es el más sencillo, pues en una comunidad de recios mineros, querer ser bailarín no es la idea más fácil de promover.

Esta hermosa película es narrada desde la perspectiva de un hogar proletario, algo que no abunda en la cinematografía que hoy en día inunda nuestras salas, casas y aparatos tecnológicos, aborda de manera sumamente grácil el tema de los prejuicios, y cómo el amor es la fuerza que puede elevarse por encima de cualquiera de ellos para procurar la felicidad de los que nos rodean. Pero lo que más rescato de este film es que ensalza la solidaridad como valor fundamental para la felicidad humana, y más que eso, reivindica a la clase trabajadora como aquella en la cual la solidaridad es un elemento intrínseco sin el cual se hace imposible hacerle frente a las enormes dificultades que impone este sistema explotador y espoliador.

Magistralmente actuada, no cuenta con grandes pretenciones de realización, técnicas, etc; es una película que brilla por lo diáfano de su planteamiento, por la belleza de su impronta, por la solidez de su guión y la riqueza de sus personajes. Se trata de un film que ahonda en nuestra capacidad de amar, de ser generosos, de comprender, de perdonar y de enfrentar la adversidad atrincherados en el amor, no el amor abstracto y pomposo que a veces promueve la burguesía, sino el amor practicado con tenacidad, a veces tosco, que abunda en los hogares en los que los seres humanos tienen que luchar a diario con fiereza por la felicidad de sus seres queridos.

En tercera dimensión

Galardones de Billy Elliot: La película recibió tres nominaciones al Oscar en las categorías de Mejor Director, Mejor Actriz de Reparto (Julie Walters) y Mejor Guión Original. Por su parte, en los Globos de Oro fue nominada a Mejor Película de Drama, al Mejor Director y a la Mejor Actriz de Reparto. Ganó el premio BAFTA a la mejor película Británica.

El recorrido de su protagonista: Jamie Bell, quien se diera a conocer con este rol, debutando nada más y nada menos que con un premio BAFTA a mejor actor en plena adolescencia, ha realizado a partir de entonces más de 20 largometrajes, entre los que destacan King Kong (2005), Flags of Our Fathers (2006), Jumper (2008) y la polémica cinta del siempre controversial Lars Von Trier Nymphomaniac (2013).

De minero a camarada de armas de Bolívar: Gary Lewis, quien interpreta al padre de Billy, participó en Libertador, coproducción venezolano-española protagonizada por Edgar Ramírez, como el Coronel James Rooke.

Chucherías

El cine venezolano despega a la conquista de festivales internacionales: Nueve premios ha conquistado el cine venezolano en festivales internacionales durante el 2015. La generación actual de nuestra industria continúa forjando y construyendo el imaginario cinematográfico con una gran variedad de producciones con el apoyo del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC). Destacan «Pelo malo», «El regreso» y «La casa del fin de los tiempos».

Se estrenó en Mérida “Travesía”, tercer largometraje estudiantil de la EMA: El pasado 25 de marzo, en el marco de las actividades conmemorativas de los 230 años de la ULA, se presentó la primera película de alta definición y tercer largometraje realizado como parte del programa de estudio de la Escuela de Medios Audiovisuales de esta universidad y trabajo de grado de siete alumnos de las menciones: dirección, producción y sonido.

DesdeLaPlaza.com/José Miguel Casado

@jose_m_casado