¡Cuidado! Ocho errores que se cometen al beber cerveza

Negra, rubia, tostada, nacional, importada, artesanal La cerveza se ha convertido en algo más que una bebida, ocupando un lugar preferente en nuestra lista de la compra, en cualquier época del año.

Por lo que te traemos los 8 errores que se cometen al beber cerveza. ¡Seguramente en algún momento te sentirás identificado!

Meter la copa en el congelador

Aunque éste se encuentre limpio siempre se corre el peligro de que coja mal olor. Además hay que decir que por lo general se acaba formando un pequeña capa de hielo que al derretirse acaba aguando la cerveza y alterando por completo su sabor.

El resultado será una bebida sin espuma que perderá la carbonización. Te recordamos también que cada cerveza es diferente y que algunos modelos te recomiendan consumirlas a una temperatura determinada o sacarla unos minutos antes del frigorífico para disfrutar al máximo de sus cualidades.

Sin humedecer la copa

Los expertos aseguran que es necesario llenar la copa de agua fría para que las paredes queden húmedas y frescas, permitiéndonos que la cerveza se deslice mejor y no pierda fuerza al echarla.

Servir toda con la botella inclinada

Echaremos el 75% de la cerveza con una inclinación de 45 grados, con la boca de la botella muy cerca del vaso. El contenido restante se sirve con la copa ya sobre la mesa y subiendo un poco la botella para que se genere espuma.

Echarla sin espuma

Puede parecer una tontería, pero la corona de espuma debe medir entre dos y tres centímetros y nos ayudarán a evitar la oxidación de la bebida. Esa crema que se genera, también conocida como giste, debe mantenerse hasta que se acabe la cerveza. Es la mejor solución para que no se escape el gas.

Equivocarse con el acompañamiento

Supone un error servir como aperitivo junto a la cerveza cortezas o grasas de cerdo. Suelen quedarse en los labios y al contactar con la espuma acaba por ‘matar’ el sabor de la cerveza. Cada modelo de esta bebida es preciso acompañarla con un pincho adecuado.

No acertar con la temperatura

No todas las cervezas deben presentarse a la misma temperatura. Por lo general se sirven todas frías, tanto en verano como en invierno. La rubia, por ejemplo, debe estar a una temperatura de entre 5 y 8 grados, y la negra entre 8 y 12.

Dejar de beber por miedo a engordar

Es un mito lo de la tripa cervecera. Esta bebida es una de las que menos engordan. Nuestro barriga crece a causa de los aperitivos y de los alimentos que nos llevamos a la boca mientras tomamos una fría. 

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